martes, 22 de enero de 2008

se hizo la luz...

...en mi cerebro. Es que las vacaciones me dejaron de cama, no por cansado, sino por las pocas ganas de levantarme a la mañana sabiendo la fresca que me espera. Casi todo diciembre estuve en Mar del Plata permanentemente rascándome lo que primero encuentraba, pasando de la cama a la mesa donde me esperaba el dasayuno ya preparado por mami, de ahí a la playa, de ahí el almuerzo, la siestita y vuelta a la playa, la ducha para sacarme la arena, paseaba por la peatonal, compraba las cosas que me anoté (que en Alemania cuestan el triple y demasiadas veces no son tan lindas), me encontraba con amigos, miraba tele y a dormir. Como todo lo bueno, Air France mediante, el 4 de enero se acabó. 33 horas y media de yirar por el mundo me devolvieron a la fría (-4°) y cruda realidad de Munich.
La cosa que volví, y retomar esta cosa (que no me termina de gustar decirle "blog", y bitácora suena muy largo) se me hizo muy cuestar arriba. Para colmo, mi computadora decidió que después de 5 años y medio de servicio, necesitaba un transformador nuevo, y no accedió a ningún arreglo a medias. Esto tuvo muchos efectos, como por ejemplo que no podía descargar las casi 800 fotos que saqué, ni poner en orden mi economía hogareña, ni ver películas, ni... en fin, ahora ya 'ta.
Otra cosa que me desanima es la falta de comentarios. Me gustaría que alguien me escribiera, aunque sea para putearme, así sabría que estoy contribuyendo con algo en la vida de alguien. Tendría que probar a usar palabras como "teta", "culo", "pito", "sexo", y seguro voy a aparecer más arriba en los buscadores.
En fin, acá estoy, para bien o para mal, escribiendo a la nada, a cambio de no tener que meter mi cerebrito otra vez en lo que debería, o sea, mi trabajo... es que cuando estoy en casa no siempre tengo tiempo, ¿vio? =)