viernes, 30 de diciembre de 2011

te amo

Ya era tiempo.
Estoy de vuelta en la civilización.
Donde las sonrisas pagan y las miradas se cruzan. Las frases no se adornan idiotamente. Se hacen las cosas mal y la vida sigue porque es normal. El aire huele lindo, aunque esté un poco más fresco de lo que me gustaría para fin de diciembre. No hay tantas bocinas, y ya casi se puede cruzar la calle por las esquinas sin mirar. Y la lechuga no parece hecha de polietileno, y la carne tiene gusto a carne y no a barro. Haber nacido no es imperdonable, y respirar a tu propio ritmo no se castiga con campos de concentración. Familia no es una maldición sino una bendición.
En 3 palabras: estoy en casa.
Te amo Mar del Plata.