viernes, 27 de marzo de 2009

estrés

Esta palabrita es un invento de oficinistas que no saben lo que es tener problemas. A ellos les dedico hoy esta entrada, pero en lugar de escribir yo mis gansadas usuales, me voy a tomar el atrevimiento de, primero, poner un enlace a la página de alguien que describe las cosas desde su propia experiencia.

http://haitirescuecenter.wordpress.com/2009/01/31/two-true-stories/

Segundo, esta es una página de la La Nación Revista de hace unos 10 años, con un "chiste" de Quino:


Hoy fui al trabajo en mi moto nueva. Llovía. Se mojó mi moto nueva. Qué problema...

PD: infinitas gracias Alejandra por tu visita.

jueves, 26 de marzo de 2009

empezando el día


Una de las ventajas de un trabajo como el mío es que tengo tiempo para esto de los blogs. Entre cálculo y cálculo (algunos duran horas y me dejan la máquina inutilizable) me convierto en un vago que intenta aprovechar el tiempo leyendo sobre historia, psicología, fotografía y, por qué no, lo que no debería importarme de la vida de otras personas. Pero me importa y lo disfruto, así que acá estoy.
Tengo la teoría, no muy osada, de que internet es una extensión de la humanidad. Como los transformers de la película, uno puede llegar a este planeta con una idea bastante buena de lo que se va a encontrar si primero le dedica un rato a este medio. Racismo, pornografía, caridad, noticias, historia, medicina, y muchos etcéteras conforman este cambalache moderno sin biblia ni calefón. Y de todos los matices que ofrece, el de conocer (o al menos establecer contacto con) personas que comparten intereses parecidos, opiniones, sentido del humor o lo que sea, es genial. Para un pobre tipo como yo, aislado en este zoológico, es invalorable. Uno siente que ahí, allá, acá, en algún lado, hay alguien que conoce algo de uno, que piensa y se preocupa por pasar de vez en cuando a ver qué hay, qué pasó, que se me ocurrió de interesante, gracioso o importante como para escribirlo. En un país donde el deporte nacional es ignorar al prójimo, eso se necesita.
Una vez salí a cenar con un amigo estadounidense que vive en Aachen, que me vino a visitar para la Oktoberfest con un amigo de él que a su vez lo vino a visitar de Boston. A la hora de explicarle un poco de qué va este lugar, este amigo de Aachen le dijo al suyo que el sol, viniendo como lo hace de este a oeste, toma impulso en Polonia y salta, y no cae hasta que está por Francia. Para mis adentros me quedé pensando cuál era el huevo y cuál la gallina; si la falta de sol convirtió a los seres humanos que vivían acá en alemanes, o si el sol, al ver las criaturas que viven acá, simplemente no quiere poner pie (o rayo).
Por suerte, o para marcar más el contraste, a veces uno se encuentra con un ser humano con pasaporte alemán. Ayer por ejemplo, salí de casa a la mañana con la moto nueva, que es un bicho bastante imponente (mi píldora para el ego y mi complejo de pito chiquito, si lo desea el lector u ocasional transeúnte). Paré en un semáforo en la primera fila, y como la luz roja duraba ya un rato empecé a jugar con el acelerador, y de al lado escucho que alguien hace lo mismo, como retándome a correr. Cuando miro, era uno de esos minibuses Volkswagen de los 60, y para colmo diesel. Y el que manejaba se mataba de risa y me señalaba la moto y levantaba los pulgares.
Linda forma de empezar el día.

PD: por fin me saqué la duda de si la bolsa de botox que preside mi querido país es presidenta o, como me lo sospechaba (y Pablo me sabrá corregir si hace falta) presidente. La palabra "presidente" es un sustantivo genérico, asexual, y por lo tanto se aplica tanto al hombre como a la mujer. Por lo mismo que se dice "la presidente" es que está mal decir "el presidento". Amén.

martes, 17 de marzo de 2009

munchin

En alemán, Munich se escribe München y se dice algo así como M(u)njshen. Con la u entre paréntesis quiero significar que es cortita, chiquita, y medio como pronunciar una i pero poniendo boca como para pronunciar una u. La cosa que para ponerle los pelos de punta a mi suegra en potencia, me gusta inventar formas de llamar a esta ciudad, nomás porque sé que no se puede callar nada de lo que se le ocurre y algo me tiene que criticar a la más mínima oportunidad. Y entonces salta el marido y le dice que no critique, y ahí se arma la rosca. Y yo me divierto. A río revuelto...
Y hablando de suegros en potencia, la parte de suegros se vuelve cada día más real. Con Sabine decidimos mudarnos juntos. La idea en realidad es c...
[momento]
c...
[a ver si me sale]
c... ¡¡¡COF!!! ¡¡¡COF!!! ¡¡¡COF!!!
Nop, no lo puedo decir todavía, pero en cuanto me salga la palabrita creo que lo hacemos. Es que eso de ser modernos e irse a vivir con la novia "para probar un tiempo" a mí mucho no me va. Soy antiguo, retrasado, retrógrado, chapado a la antigua, conservador, lo que sea, pero yo sin papeles no. Así que el hecho de que nos vamos a vivir juntos es simplemente el paso previo a c...cccc... Me cacho, no me sale.
Vivir en este país es horrible, se siente como arrastrar un mamut muerto cuesta arriba. Pero es lo que hay, es donde transcurre mi vida por ahora, y es donde está un muy buen puesto de trabajo y una mujer excepcional que no me la quiero perder por nada. La adoro y ella a mí, así que cartas sobre la mesa:

Yo: - Sabine, no me pienso quedar en este agujero por más de 5 ó 10 años más.
Ella: - Martín, estoy de acuerdo con vos y a donde vos vayas, yo voy.
Yo: - Oki doki. Estamos de acuerdo. Y respecto al labrador también. ¿Y los hijos?
Ella: - Entre dos y tres.
Yo: - Perfecto. ¿Y a no tener más de 170 pares de zapatos?
Ella (con lágrimas en los ojos): - Esteeeeee... bue... ta'bien, pero vos tenés que dejar de hablar de la moto como si fuera la mejor combinación entre tu mamá, tu novia y Cameron Díaz.
Yo (con las manos en los bolsillos, cruzando los dedos): - lo gua' pensar.

Así que cerramos el trato y el asunto avanza. Cuando les contamos a mis suegros, por un lado me miraron como al típico yerno: perro violador asqueroso. Pero con sus ventajas: ¿pa'cuándo los nietos?
Mi suegro es un tipazo, siempre dispuesto a ayudar, muy pata a la hora de gastar a la mujer, respetuoso de las opiniones ajenas, inteligente, en fin, muy recomendable. Pero es alemán, pobre, así que cuando le mostramos el departamento que tenemos en mente, estaba más preocupado por la conexión a internet y la altura en milímetros del piso al techo (lo juro, le tendría que haber sacado una foto cuando medía) que por saber dónde vamos a dormir su hija y yo.
Ahora empezó el proceso de llevar la buena nueva a todos los rincones de nuestro universo social, pensar qué corno necesitamos para dormir-comer-ducharnos-etc. que no tengamos hasta ahora, ver cuándo exactamente hacemos la mudanza, cumplir con todo el papelerío y demás que significa un movimiento como este... En fin, en eso estamos. Me gusta.


PD: le saqué una foto muy linda a Nikita cuando comía una gota de yogurt.

lunes, 2 de marzo de 2009

mi amigos los microbios

Normalmente tengo un tema o dos pensados y los dejo levar en mi cabeza hasta que más o menos están listos, y los vuelco en el blog. Esta vez no tengo la menor idea de lo que voy a escribir a dos palabras vista.
Desde hace varios días me vengo sintiendo apestado, y finalmente hoy me desperté con un buen dolor de garganta, y como es lunes, al no ir al trabajo, me ahorro la soporífera reunión informativa de las 10 de la mañana que siempre tenemos al iniciar la semana. Eso ya es motivo para encariñarse con los microbios.
[permiso, me voy a preparar un capuchino y vuelvo]
Listo el capuchino. Esto de escribir con una taza de algo humeante al pie del monitor es una de esas imágenes paganas que uno tiene, y alguna vez hay que hacerlo, y si es posible hacerlo costumbre.
[4 horas más tarde, después de leer, alpedear, mirar tele y almorzar]
La taza de algo humeante ahora es una taza mugrienta que tengo que lavar, porque siempre le digo a Novia que debería ser un poco más ordenada y si dejo la taza ahí me puedo tatuar "haz lo que digo mas no lo que hago" en el cachete, y no precisamente la mejilla.
En fin, que con todo este tiempo libre uno termina por caer tarde o temprano en Wikipedia, y ahí es donde las cosas se pudren, sobre todo cuando uno lee fuentes de información reales, y no la mente de otros aburridos como yo. Hay un tema en particular que me interesa y sobre el que no voy a hablar por cuestiones de conveniencia, pero voy a decir que al principio puse un poco de ánimo en el asunto y me esforcé por editar artículos sobre el tema y mantener discusiones que pensé constructivas, en pro de cultivarme y cultivar. Después de un tiempo entendí que es inútil, que como en muchos órdenes de la vida, el que tiene el poder tiene la última palabra. El derecho de la fuerza, que le dicen, y no importa que tan aberrante, flagrante o injusta sea una opinión, si el que la mantiene no se basa en la razón para adoptar y sostener su postura, es inútil acudir a la razón para intentar cambiarla. Como en la religión, el peronismo o el creacionismo. Al final del día, el que tiene la fuerza es el que se lleva el premio, y los otros pueden hacer con la razón, el derecho y la justicia un paquetito precioso y metérselo por donde les entre.
Cuando uno se topa con esta gente, empieza a ver algunas cosas que se pueden leer por ahí y uno preferiría que fueran solamente frases célebres, citas, pensamientos, pero sin aplicación práctica, como por ejemplo:
- uno critica lo que tiene criticable de sí mismo.
- más conozco al ser humano, más quiero a mi perro.
- la prueba de que la mujer es estúpida es que muchas veces basa su motivación en querer superar al hombre. Eso demuestra su falta de ambición (ese fue Oscar Wilde).
- etc...
Este ejército de criaturas pululan en la red y se sientan a probar sus posiciones, elevando a la categoría enciclopédica cualquier fuente que corrobore su opinión, sin importar su fiabilidad o falta de ella, e ignoran sistemáticamente cualquier cosa que no se ajuste a su visión, aunque provenga de las más altas fuentes acreditadas. Así es como encontramos que, sobre un tema polémico de geopolítica, sobran los que acusan de subjetivos y parciales a los que mantienen una posición neutral e imparcial, y se despachan con sutilezas y chicanas a placer, despreciando y minimizando hasta la más remota referencia al punto de vista contrario, e inflando y deificando el propio a través de cualquier recurso, incluso violento. Porque alterar la verdad de cualquier manera es una forma de violencia.
En definitiva, hace más de un año que no escribo en Wikipedia, el mismo tiempo que hace que no la leo. El vaso de la decepción rebalsó hace rato, y no me quedan ganas de darme contra una pared de ignorancia, la cual no es pecado si no su embanderamiento y defensa (¡alpargatas, sí, libros, no!).
Ya casi me siento mejor.