miércoles, 30 de marzo de 2011

la puerta

Caminando por el aeropuerto de Guarulhos, San Pablo, Brasil. Principios de enero. Buscando mi puerta de salida.

Puerta 18, vuelo de Iberia con destino a Madrid.
- nena chiquita: ¡buaaaa! ¡buaaaaaaaaaa!
- mamá de nena chiquita: pero mi amor, ¿qué se te calló? No estaba mirando.
- señor cuarentón al teléfono: bla mmfff bla prffdsss bla
- pareja de ancianos (él): ...y cuando llegué le dije que cómo pretendía que yo entendiera...
- pareja de ancianos (ella): sí, a veces se olvida que la llevaste hasta el centro.
- tres amigos riéndose...

Puerta 19, vuelo de Air France con destino a París.
- familia de marroquíes: BLA5 BLA5 BLA5
- pareja joven (ella): Vous aimez le sport?
- pareja joven (él): Oui. Il fait du tennis. Tu viens avec nous?...
- chicos jugando...
- más gente conversando...

Puerta 20, vuelo de Aerolíneas Argentinas con destino a Buenos Aires.
- 2 nenas pasan corriendo...
- chica joven #1: ¿te parece?
- chica joven #2: segurísima, el que hace eso tiene el mismo...
- hombre bajito, a un señor de traje: ¿tiene hora?
- más gente conversando, alguno riéndose...

Puerta 21, vuelo de Lufthansa a Múnich.
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Una posible interpretación es que alguien desconectó el audio. O que había un funeral. O que se pelearon todos. O vaya uno a saber.

En realidad este posto lo escribí allá lejos y hace tiempo cuando vine de casa la última vez, pero no lo publiqué porque me pareció que despotricar sobre los alemanes era más tarea de James Dean =/
Pero este fin de semana conocí una alemana que estuvo viviendo en las islas Canarias los últimos 22 años y volvió el años pasado a probar mejor suerte por estos lares, después de que la economía española, a falta de colonias y UE, tenga que empezar a valerse por sí misma. Cosa que parece que no puede.
Pero sin irme de tema, la pobre está de inmigrante en su propia tierra, cosa bastante triste, algo que a mí mismo me mantiene en vela porque sé que tarde o temprano voy a tener que afrontar. Cuando uno emigra, caiga donde caiga, ve pros y contras y los procesa como sea, pero la tierra que recibe siempre es foránea, siempre es "ellos". Nunca "nosotros". No hay raíces en ese lugar, sin importar lo positivo de la experiencia. Pero al volver al país de uno, al "nosotros", a las raíces, y ver cosas que no nos gustan, algo que si "ellos" hacen es simplemente molesto, pero si "nosotros" lo hacemos sentimos vergüenza. Por otro lado, cuando "ellos" hacen algo positivo los admiramos, pero cuando "nosotros" hacemos algo positivo nos llena de orgullo.
Mi experiencia en Alemania no es diferente; no importa lo que pase, no me siento avergonzado (bueno, a veces siento vergüenza ajena, de ser humano, de pertenecer a la misma raza) ni tampoco orgulloso, a pesar de que los admiro profundamente por cómo hacen ciertas cosas, en general todo lo relacionado con máquinas o sistemas, su dedicación y obsesión por la perfección, en el buen sentido.
En fin, hoy no hay corolario ni cerrar el círculo. Un poco de descargar la cabeza, nomás.

martes, 22 de marzo de 2011

Fukushima II

Nikita se fue a jugar con Melba.
=(

lunes, 21 de marzo de 2011

Fukushima

Ninguna duda: lo mío es chiquito. Pero es una realidad que las cosas nos influyen en forma directamente proporcional a su magnitud e inversamente proporcional a la distancia, no solamente física sino también emocional.
Nikita se muere. Hace unas 36 horas que no come y casi no se mueve. Yace de costado y no reacciona. Apenas respira. Está agonizando y me rompe el alma verla así. Esta mañana salí de casa, cerré la puerta, fui a la cochera y cuando estaba por poner la moto en marcha me dí media vuelta y subí otra vez a ver si podía aunque sea darle agua. No quiso. Ni siquiera abrió los ojos. En un rato me voy de la oficina porque sí o sí tengo que llegar a casa antes que Novia y que la encuentre muerta.