Y para sumar felicidad a semejante momento, agrego lo que por fin llegó también el miércoles 19 de marzo, en un momento de piedad por parte de la nieve en Munich: mi moto. Mi nueva bebota, que se suma a la vieja (mi Suzuki) hasta que tenga tiempo de venderla.
Hasta estuve medio mariposón y me compré un casco nuevo que hiciera juego con la pintura. El único problema hasta ahora fue que una hora después de la emotiva ceremonia de entrega (hasta me ofrecieron café en el concesionario mientras terminaban de revisar los niveles) empezó a nevar y no paró hasta el viernes pasado. Así que recién el sábado pude darle una merecida tunda al acelerador, pero con mesura, que no tiene ni 10 km bajo las ruedas. Espero que haber invertido mi sueldo de los próximos 5.000 años me traiga tantas satisfacciones como con mi anterior amor.
En otro frente, mi jefe me ofreció la oportunidad de ir a Suiza (en una pueblo cerca de Zürich) por 10 semanas para aprender cosas nuevas y colaborar en un proyecto. Hasta me dan un autito para poder moverme, lo cual me hace MUUUUUY feliz. A mi preciosa novia no tanto, pero lo hablamos y esta maravillosa persona me prometió todo su apoyo. Se agradece y se necesita.
8 comentarios:
Felicitaciones por tu moto.Te percibo un poco más contento, ¿serán las nuevas prespectivas de cambio de aires?...Disfruta de todo.
Un beso.
Martin Taboada:
busqué tu e-mail en el perfil pero no lo encontré, asi que no tengo otra alternativa que responder el comentario, por cierto agresivo, que dejaste en mi blog, por acá. Espero que no te moleste pero no tengo otro modo ya que, estoy segura, dudo que vuelvas a entrar a Pecados Capitales para "pispear" si tuviste respuesta.
Dijiste que yo era ignorante y soberbia. Lo de ignorante, puede que tengas razón. Hay muchas cosas que todavía no conozco ni aprendí.No tuve la suerte de obtener el título de Ing. Mecánico en la caja de Zucaritas; yo solo gané un jueguito pedorro para hacer goles con el dedo. De todos modos, y por lo que puedo observar, el título no habilita a ser una persona bien educada que es casi tanto o más importante que no ser ignorante.
Lo de soberbia, puedo discutírtelo, a muerte. Con haber leído un solo post no me parece que puedas cerrar de modo tan definitivo la impresión acerca de una persona.
Hace muchos años que escribo y, quienes me conocen saben que cuento con miles de defectos, excepto justo, justo, ese.
Reconozco que tengo un modo particular de contar las cosas, mezclando lo irónico, lo real, lo fantasioso, lo triste y lo alegre en una sola pasada. Soy asi, tal cual, en mi vida cotidiana.
En cuanto al post en particular, también podemos discutirlo, sin necesidad de desestimar lo que el otro piensa al respecto, Ingeniero.
Mi experiencia personal, es mas o menos la que conté y que tanto te molestó y criticaste.
Claro que hay gente ubicada y sensata. Claro que hay especímenes que dan vergüenza ajena en otros paises. Pero yo me referí concretamente al piojo resucitado (recomiendo que leas el post desde el principio y quizás comprendas un poco más de lo que hablo).
Hacer una figura cuando se escribe y describe una situación, no debe ofender a nadie ni debe tomarse como algo definitivo y rotundo. Mi blog no se dedica a hacer tesis sociológicas, solo cuento un poco las cosas que me suceden, tal como las veo, tal como me parece poniéndole algún que otro ingrediente para evitar la chatura.
Al final, escribiste "En fin...¿no rompas!".
Qué rompí?
Qué TE rompí?
Y vos decis que yo soy soberbia, Ingeniero?
Te sugiero que cuando leas blogs, trates de no ser tan lineal como si estuvieses sacando cálculos.
La literatura, aún la de los ignorantes como yo, es riquísima y las personas inteligentes saben apreciarla en todas sus formas y estilos. Y doy por seguro que sos un tipo inteligente, asi que espero, tengas otra mirada de mis post, si es que alguna vez volves a leerlos.
Te saludo, no sin antes invitarte a formar parte del grupo de amigos que tiene la gentileza de visitarme cada vez que cuelgo un escrito, entre ellos, Luisa y Pal, dos comentaristas tuyas que veo te hacen el aguante en este, tu lugar.
Aprendamos a respetarnos y tomemos con humor aquellas cosas que, en definitiva, no son tan graves ni nos modifican la vida.
Podría terminar diciéndote "No rompas vos!" pero lo cambio por "Rompé todo lo que quieras que yo después veo cómo lo arreglo".
Pd: no seas trucho! No vayas a eliminar este comentario, eh?
Saludos afectuosos.
Hola Luisa,
gracias por los deseos. En eso estoy, dicen que este fin de semana hasta puede parar de llover por un cuarto de hora... =)
Te comento que estoy leyendo tu blog de a ratitos. En cuanto sienta que te conozco un poco me animaré a dejar algún comentario (trataré de no caer en "errores del pasado").
Hasta la próxima.
Ves? Al final, deberás reconocer que fuí más útil de lo que creías!
Gracias al intercambio de ideas, resultó que corregirás los "errores del pasado".
Un servicio que no voy a cobrarte, esta vez, claro.
Qué lindo es que te pasen como alambre caído...
ufa... Voy enterándome del comentario con So y me jode...Me jode porque si alguien admiro y respeto (el cariño lo dejo aparte,que es mucho) en este mundo del blog (y también afuera,en la vida real) es a Sonia. ¿Qué te puedo decir,Martín?, supongo que fue un comentario desafortunado, y mira por dónde, fue en Pecados, donde seguí la pista de tu blog. Tuve que releer el post en cuestión y volver a ver los comentarios,no tenía ni idea y sí, te pasaste ¿qué quieres que te diga?...en fin, que estés bien.
adiós.
Luisa:
Martin ya aclaró el tema por mail y se disculpó, comportándose como un caballero.
Ya le expliqué que podía haberme dicho cualquier cosa y hubiese sido pasado por alto, pero las palabras "soberbia" e "ignorante" (junto con gorda y vieja), a una mujer JAMAS se le debe decir si quiere salir ileso.
Yo ya me olvidé del asunto y espero que él también.
Hagamos todos borrón y cuenta nueva y démosle para adelante.
Si esto sirvió para conocernos, bienvenido sea!
Estamos los tres de acuerdo?
Mis queridos Sonia y Martín.
En mi tierra nos tomaríamos un par de tequilas y no pasaría más nada.
Sólo eso, que a veces quisiera que la pantalla de la computadora, pudiera al menos sentir la palma de mi mano que ofrezco en señal de amistad.
Un abrazo a los dos.
Nos seguimos viendo.
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