martes, 16 de septiembre de 2008

paréntesis

Esta bitácora (ahora sí, no pienso usar más la palabreja "blog"... ¡ja!) se transformó un poco en algo que al principio no buscaba. Cuando empecé a escribir, este era un espacio donde nadie me conocía, a nadie respondía, y en nadie pensaba o le dirigía lo escrito. Ahora, por más que lo intente se dificulta. Hice amigos y los aprecio, y en el ánimo de cuidarlos como se merecen mantengo la temática dentro de lo que creo que puede parecer interesante de leer, cuando la intención inicial era la de ser algo interesante de escribir.
Hoy, sólo por hoy, con su permiso y las disculpas del caso, voy a apagar el micrófono y voy a cantar para mí.

Tengo miedo. La tristeza, depresión, bajón o socavón que tengo en el alma recibió una dosis de vitaminas. No el alma: la tristeza. Cada vez que salgo de este agujero de reglas y limpieza y orden, y me encuentro con el lado humano del mundo (todo el resto que conozco) siento una paz inmediata que me da calor y me hace volver a sentir, a vivir. Cuando tengo que volver a donde vivo (evito hasta el nombre, para no hacerle honores) siento como la piel que está siendo depilada al arrancar la cera. Mi alma ya se pegó al nuevo lugar y cuando tengo que volver la cera se arranca y me duele. Y ese es sólo el principio, porque el dolor no es sólo por la tristeza de abandonar lo que me hacía sentir vivo otra vez, sino por el destino que me espera.
Hace un par de años o más que dejé de disfrutar lo que vivía; ahora, ni siquiera me siento vivo.
Anteanoche, domingo, salí de lo de mi novia para irme a casa. Llovía, hacía un frío inusual y no había prácticamente nadie en la calle. La luz del semáforo se reflejaba en el pavimento mojado. El limpiaparabrisas era un sonido monótono y relajante. Decidí encender la radio y encontré música linda, de esa que uno se acuerda la letra pero prefiere escuchar en silencio, con sonrisa cómplice. Pensé en mi destino, mi departamento chiquito en Munich, amoblado con mucha paciencia y esfuerzo, en mi situación laboral y en la maravilla de persona que encontré y que me ama. De pronto me sentí bien. Fueron los mejores 10 minutos de los últimos... No me acuerdo.
Estar acá me está matando y tengo que encontrar una solución. Es la primera vez en mi vida que digo "no puedo más" y me lo creo. Que me lo digo a mí mismo, como suplicándome que me vaya. Pero ahora ya no estoy solo. Con toda la confusión que me invade, la quiero. Ya no estoy solo y no tengo derecho a tomar semejante decisión por mí mismo. Por suerte siento que lo que gano es infinitamente más que lo que pierdo.
A veces me pregunto cómo será el día en que mi alma vuelva a despertarse. Me imagino un viejo motor (de un tractor, o de un generador) que no ha sido usado en años, quizás olvidado en un rincón de un granero, cubierto de paja y herramientas oxidadas. Entonces es encontrado, restaurado y vuelto a poner en funcionamiento aunque sea para trabajos ocasionales, como por esa clase de gente que siente amor hacia las cosas viejas porque pertenecen a una época en la que ellos no estaban y los hace sentir conectados con ese tiempo pasado que no pudieron disfrutar.
¿Cómo me sentiré? ¿Cómo era disfrutar los besos, sentir mariposas en el estómago, entusiasmarse por el día que comienza, querer hablar con alguien? ¿Cómo era pararse a mirar un atardecer y perderse en alegorías, esperanzas, expectativas, planes de casorio, viajes, proyectos? ¿Y andar en bicicleta sin "Fahrradhelm", sin 27 cambios, sin llantas de aleación, como si andar en bicicleta fuera lindo y simplemente lindo?
Siento que me elevé por los aires y me dejé llevar por el viento. Abro los ojos y sigo acá.
Mejor me voy a almorzar antes de que las panteras aullando en mi estómago se maten entre sí.

15 comentarios:

CUATRO SOLES dijo...

en tus próximas vacaciones venite a España ...te esperamos con mates ... creo que está muy cerca un gran cambio en tu vida, y no porque sea bruja sino porque alguna vez he experimentado sentimientos como el tuyo. Quizás no sea una decisión tuya , quizás no te des cuenta que ya estás acompañado , quizás la decisión sea de a dos y quizas te acompañen ... quien te dice ...
cuando vengas avisame asi ponemos la pava .
Besitos
nosotros !

Martín dijo...

hola ustedes,
ya miré en google maps, ya miré qué avión tomar, el auto que me voy a alquilar desde el aeropuerto de Valencia (1h 15' hasta Denia) y hasta el hotel encontré. Solamente falta el tiempo.
Tenés razón, algo se está cocinando.
un beso

MARIANA dijo...

Hola Martin, soy mariana,tb argentina, nací en moron, pero ahora vivimos momentaneamente en Asuncion con planes de viajar hacia el norte el año que viene...
Con respecto a la foto te cuento que cuando cree mi perfil en bloger mucho antes de tener mi propio blog le adherí una fotito en donde me daba la opción y alli se quedo registrada la que sale en cada comentario.Tendrias que revisar tu perfil nuevamente.Espero me hayas entendido.
Un abrazo.
Mariana

Elias y Luciana dijo...

y antes de irte a Denia, te pasas por puerto sagunto, que queda a escazos kilometros del aeropuerto.
Aunque soy argentina, mates no tomamos jeje. Pero mi esposo hace unas paellas valencianas "del copón!" arriba ese animo, y aunque desconozco los motivos de vivir alli, te digo que si pudieras mudarte a España creo que te cambiaria todo, yo hace ocho años que estoy aca y ahora no lo cambio por nada.
Besos.

Elias y Luciana dijo...

depaso te digo que antes habia comentado en tu blog, en tu post "la modelo" pero lo hice desde mi otro blog, como "lula lanera"
Este blog es el familiar :)
Besos.

Martín dijo...

Gracias Mariana, voy a ver cómo hago. Ahora el problema va a ser encontrar una foto de mí que no me provoce convulsiones...

Martín dijo...

@Luciana: los motivos son laborales, o del destino, o lo que sea... No estoy seguro, pero en cuanto esté en mejor posición de tomar la decisión me voy de este zoológico. Como dije, ahora las cosas funcionan de a dos, y la verdad, eso, si bien es uno de los principales motivos (desde hace casi un año) para seguir acá, me encanta.

Luisa dijo...

En verano, fuimos a un pueblito, nos quedamos en una casa rural.Tenía un restaurante atendido por un matrimonio muy peculiar, inmediatamente congeniamos, son una pareja excepcional, él cubano, ella venezolana,criada en New York. Vivían en Bélgica,trabajan como locos con horarios desquiciantes, él de chef, ella de oficinista, con una hija de 4 añitos, la madre de él, vivía en Bélgica desde hacìa muchos años...Nos contaron que pasaron 7 años allá,muy mal..El clima, me decía Elías, no ayudaba,era tremendo el bajón constante que tenía (imagínate, un cubano sin sol), siempre lluvia, nunca sol, la gente,el idioma, la comida....el stress....Un buen día vagando por internet,encontró un trabajo que ofrecía casa, sueldo y muchas facilidades. El siguiente fin de semana se vinieron a España a la primera entrevista con la dueña de la casa rural, les ofrecía trabajo a los dos, escuela para su hija y muchas cosas,les encantó el pueblo,y para no alargarte el cuento, dejaron todo en Bélgica (sus amigos allá,los acusaron de locos y de desesperados) y ahora están los tres como los encontramos en verano: pletóricos.
A veces o casi siempre, Martín,el entorno nos determina, nos dejamos hacer por la rutina o por el "deber ser" o lo que esperan de nosotros y perdemos la capacidad de luchar o de querer ponernos en pie, precisamente por el cansancio o por el tedio que nos provoca ésa vida. Muchas veces aceptamos las cosas que nos son dadas, por no herir o no querer hacer daño..aunque no sea éso lo que necesitemos o hayamos buscado.
Quizás tu vida ahora sea como titulaste tu bitácora de hoy, un paréntesis, un compás de espera, pero no seas tú el que espere, hay muy pocas veces que la Vida nos da la oportunidad de ser nosotros los que provoquemos ésos cambios...Busca,estáte atento,analiza,sopesa,reflexiona y luego,decide y házlo...
Un abrazo fuerte de bienvenida.
ánimo,lo más difícil ya lo has hecho.
un beso

pal dijo...

Estoy casi totalmente de acuerdo con Luisa, salvo que en estos días creo que las desiciones se toman con el estómago -como se dice en alemán- no con la cabeza. Es lo que hizo ese matrimonio conocido por Luisa, lo decidieron de un momento al otro.
Por otro lado, si te quedas allí, no te vas a morir, te vas a acostumbrar. Es el país de tu novia, el mismo que echará de menos si te sigue a donde vayas, esperará el olor de las Brezel y una revista Briggitte, buscará su mercado y sus Weisswurstle... su nieve en invierno cayendo y callando todo alrededor... sus Alpes y su calle, su colegio, el calor y el amor de su familia... los Schupfnuddeln con Sauerkraut que se come el Räuber Holzenplotz... porque en el fondo Martín en todas partes es lo mismo. Lo distinto somos nosotros y cuando se acaba la novedad de vivir en el extranjero es lo que queda.
Decidas lo que decidas, siempre habrá nuevos desafíos, por eso es igual, tu haz- como dicen los alemanes- lo que no puedas dejar de hacer.
Y yo vivo cerca de Stuttgart (Tübingen), si algún día pasas por acá nos tomamos un café... y si encuentro yerba hasta un mate te (les) ofrezco.

Martín dijo...

Hola Pal,
me dejaste pensando con lo de:
"porque en el fondo, Martín, en todas partes es lo mismo. Lo distinto somos nosotros y cuando se acaba la novedad de vivir en el extranjero es lo que queda."
Me pa que va a ser una de esas cosas que llevan más de una tarde para arribar a esa conclusión.
A priori, me enclino más a pensar que somos 50% uno y 50% el entorno, o algo así. A lo que me refiero es a que las dos cosas contribuyen.
Creo que hay lugares que simplemente no te dejan realizarte. Hoy en día, con tal de ser "abierto" se confunde tolerancia (de las diferencias) con aceptación: a veces las diferencias son solamente eso. A veces, además, nos hacen innegablemente mejores... o peores. Yo no puedo dejar de ver ninguna de las dos; les reconozco y me encanta todo lo bueno que tienen, pero no me ciega ante lo malo. Ni al principio ni después de un tiempo.
El otro día vi The Dark Knight (la peli de Batman) y decía en una parte "o morís como un héroe, o si vivís lo suficiente seguramente terminás siendo un villano" (perdón por la conjugación en argentino). Creo que Alemania nunca fue mi héroe, y ahora no se está transformando en mi villano. Nada cambió desde el primer día, solamente pasó el tiempo.
Como epílogo de todo esto, te confieso que por un lado me encantaría acostumbrarme, pero por otro tengo la sensación de que incluye contemporizar y, al final, volverse un poco como ellos (en lo malo, porque lo bueno sí que me encanta aprenderlo). Ese es un precio que no quiero pagar.
un beso y gracias por estar ahí, también a vos, Luisa...

Anónimo dijo...

pero de eso se trata siempre Martinez!
Piensa esa frase para tu pareja,por ejemplo, y es lo mismo. Uno no acepta lo que no puede aceptar, y no está mal hacerlo así. Uno puede querer mucho al otro, pero cada cual sabe donde está el límite.
Ahora te insisto, uno no siempre hace lo que quiere, pero no tiene porque hacer lo que NO quiere.
(UY! ese es un poema de Benedetti)
Te deseo que te sea claro lo que NO quieres, ahí es donde se arregla el asunto.

Lalodelce dijo...

Martín, ... gracias por el link. Qué lindo eres!

Respecto a encontrar una foto tuya que no te provoce convulsiones, no tienes que ir muy lejos, la que tienes en tu perfil 'ta re-güena.

Qué es lo que no te gusta del lugar donde vives? El clima? La gente? La lejanía?

Me alegra que tengas novia que te acompañe y que tomes tus decisiones pensando en ella, te diré que no mucha gente lo hace. Una porción grande de gente toma decisiones pensando unilateralmente. Eres un caso curioso y admirable. Y además limpito.

Y hago eco a Luisa y Pal, y además añado que el que se destierra voluntariamente siempre tiene un vacío aunque no lo admita, es el desarraigo del que no podemos huir. No queda más que buscar la felicidad donde estamos. Y eso sólo está dentro de uno, en mente y corazón. Nuestros pensamientos nos hacen o nos deshacen.

Becho y apapacho.

Martín dijo...

Mónica,
si mi vacío lo admito, pero no me gusta... =(
Lo que no me termina de convencer del lugar donde vivo es la gente. Hay personas buenas y malas como en todos lados, pero como sociedad no me llenan.
Y sí, mi novia es mi mayor tesoro =D
un beso

Alicia dijo...

Hola
llegue a tu blog a traves del de Silvana y Carlos. Tambien estoy como ellos en camino de adoptar chicos de Etiopia, en mi caso "solo" dos (je, je).Soy argentina y vivimos con mi marido y mi hijo en Portland, Oregon, USA desde hace casi 12 años. No pude resistirme a escribirte porque entiendo prefectamente lo que decis, lo unico es que a mi me paso cuando vivi en España hace uuuuuuuuhh unos cuantos años muy cerca de donde ahora esta Silvana.
Y España no me iba, no importa que fuera el mismo idioma, una cultura similar, nada de nada, no habia caso. Pero a Argentina tampoco pertenecia...
Tuve la suerte de venir a caer en este lugar que adoro y que es "mi lugar en el mundo" como quien dice, no importa la cultura distinta ni el idioma, es perfecto para mi y me calza como un guante.
Conclusion: yo creo que vos tambien debes tener un lugar propio que te esta esperando y que tiene que ver con lo que te representa, con lo que te hace vibrar, asi que no tengas miedo de probar ni de cambiar.
A nosotros nos gusta la lluvia de Portland y todos piensan que estamos locos, asi que...
Saludos ! AliciA
http://ethiopia.limbo13.com/

Alicia dijo...

Ah, me olvide de pasarte mi otro blog, que por ahora no tiene demasiado, pero que ire llenando de a poco.
Es bastante mas acido y personal que el de adopcion y mas que nada son opiniones acerca de mi vida aca.
Si tenes estomago para leerlo:
http://oddworld.limbo13.com/
AliciA