miércoles, 17 de agosto de 2011

el metro croata

Así como están las cosas, debería estar mejor. Revisando, tengo un trabajo que, incluso si ganara la mitad, sería calificado como un sueño. Me da muchas satisfacciones y me mantiene cerca de una de mis grandes pasiones de dos formas: durante las 8 horas por día en las que estoy oficialmente trabajando, diseño motos, y durante el resto del tiempo me permite acceder a las mejores motos que la industria tiene para ofrecer. El lugar en donde vivo tiene una tasa de criminalidad baja. No tengo miedo de volver tarde a mi casa, ni de llevar dinero o alguna pertenencia conmigo. No tengo miedo de la policía. No hay terremotos ni otras calamidades naturales. La infraestructura que los hombres y mujeres organizados en sociedad se esfuerzan por desarrollar, mantener y perfeccionar, funciona.

Pero.

De alguna manera no soy feliz. Y no es una felicidad que se me escapa de los dedos porque me falta ese último pedacito (la tele 3D o el auto caro o la mar en coche). Es una felicidad que, o la veo de lejos, o la perdí de vista. Ni siquiera tengo idea de qué es lo que me falta para disfrutar más la vida (aunque ese más parte de la suposición de que la disfruto en alguna medida).
Si bien existe la muy razonable tesis de que uno nunca es realmente feliz, que siempre está en la búsqueda de algo, esa es precisamente la clave. No estar contento no significa ser infeliz. Esa búsqueda, ese motor es lo que nos hace sentir vivos. Como el viajar en moto, el camino es el fin, no el destino, que es meramente circunstancial.
Hay varios motivos para explicar mi situación, lo cual sirve no solamente a propósitos académicos, sino que es además necesario para de alguna manera intentar revertirla. Lo primero que me viene a la mente es mi niñez, que fue condimentada por típicos ingredientes traumatizantes: divorcio, educación rígida, escuela elitista, etc. El efecto que esto tiene en el alma de una criatura de 4-5 años es impredecible en calidad y magnitud. Algunas personas se desarrollan y llevan una vida plena y feliz a pesar de haber vivido y sobrevivido a cosas mucho peores. Otras, a pesar de recibir todo lo que la psicología moderna y el sentido común recomendarían, se convierten en asesinos seriales. La mente humana es maravillosa en la amplitud de permutaciones que puede desarrollar y abarcar, y eso incluye también opciones que asustan. A veces, la mayoría de las veces, en realidad, lo que sucede es que la niñez deja esquemas y temas plantados en el alma de una persona y depende del entorno posterior que pasen desapercibidas, que se manifiesten complicando su vida, o que la hagan un tormento.
Alemania es mi catalizador personal. Es un lugar estéril, poco nada humano y muy exigente cuando uno está acostumbrado a otra cosa. No hay sonrisas, charlas, generosidad, autoestima, misericordia o sentimientos. Y esas cosas son muy necesarias, y yo las extraño y sufro su ausencia como pocos. Son aspectos de los que me rodean que alimentan mi alma y que necesito como al aire que respiro. Cuando me faltan, funciono reciclando la reserva acumulada hasta que se acaba. Nada nuevo bajo el sol. Todos funcionamos igual. Y mi reserva hace mucho que se agotó. Antes de llegar a este punto era como cualquiera, disfrutando lo que había para disfrutar y conviviendo con lo que actuaba en detrimento de ese disfrute, a veces mansamente, a veces a manotazos. Aprendí, como cualquiera, a maniobrar para minimizar lo negativo y maximizar lo positivo. Y funcionó bien durante mucho tiempo. O parecía funcionar, no sé si bien o mal, aunque a la luz de lo que hoy me pasa parece que funcionaba mal.
A veces leo sobre experiencias de otros en este y otros lares y veo cómo la mayoría se encuentran en la parte anterior a ese punto de inflexión, y los envidio. No les va ni peor ni mejor que a mí, simplemente todavía tienen, ya sea por alimentación diaria o en reserva, lo que su alma necesita para afrontar el desafío de cada día. Me encantaría sentirme mejor como para poder hacer un recuento de las cosas "normales" que me pasan y que tengo la fortuna de vivir, como cualquier hijo de vecino con un blog. En lugar de eso estoy sumido en estas cosas con las que los alemanes aderezan la vida de los demás. No hay que mezclar: no tienen nada contra mí, simplemente son así. Entre ellos se tratan igual. Es demasiado fácil caer en la tentación de concentrarse en todos sus aspectos negativos y amargarse la vida. Es un proceso normal y que lleva a la siguiente pregunta: ¿por qué estoy acá? O sea, ¿por qué no me voy?
Pregunta estúpida, que solamente alguien que no haya pasado por el proceso de levantar campamento e irse puede plantear. Para los que pasamos por ese trauma, incluso más de una vez, la pregunta se contesta sola. Es como tratar de justificar por qué 2 más 2 es cuatro. O por qué, a pesar de estar más cerca, la mano no puede tocar el codo pero sí el hombro. Es tan trivial que cuesta dar una explicación más allá del "porque es así". A pesar de eso a veces me veo en la necesidad de pensar y justificar mi decisión de no irme, y eso es muy caro en términos anímicos. Es como desafiar a la matemática y que alguien tenga que empezar de cero a inventar las tablas de multiplicación, solamente para estar seguros (por millonésima vez) de que no hay errores. Te la regalo.
Sin embargo, el hecho continúa y me gustaría poder disfrutar de los problemas normales de sentirme infeliz porque no tengo el tele 3D o el auto ABCD. Si uno le pregunta a una alemana qué anhela en su pareja, te dice cosas como: que me sea fiel, que me trate bien, que me escuche. Cosas que en lo personal aprendí que son la hoja en blanco sin la cual ni siquiera se puede empezar a escribir una relación, y sin embargo, por su pobreza, es a lo máximo a lo que espiran las alemanas. Y yo estoy en una situación parecida. No quiero el auto ABCD, quiero que quererlo y no tenerlo sea mi problema.

En otro orden de cosas el jueves pasado me rallé y me fui en moto a Dubrovnik, en la punta sur de Croacia, vía Eslovenia y Bosnia y Herzegovina. Visité Maribor y Liubliana en Eslovenia, y Varaždin, Zagreb, Gospić, Dubrovnik, Split y Zadar en Croacia. Manejé casi 3000 km en 4 días y tomé sol y respiré aire puro y me codeé con gente. Para esto es que tengo a mi linda japonesa negra.


Con todas las bellezas que vi este fin de semana, una cosa que me quedó para el recuerdo, además de las mujeres, fue que en Croacia ponen carteles con el simbolito de una estación de combustible, una flecha a derecha (o a izquierda) y abajo dice por ejemplo 100 m. Uno pensaría que hay que doblar a la derecha y hacer 100 metros para encontrar combustible, pero no: quiere decir que a esa distancia, a mano derecha, está la susodicha estación. Hasta ahí bien, cosas de convenciones, nada de qué espantarse. Lo gracioso es que si el cartel dice 100 m, lo mínimo que falta son 200. Mínimo. Cómo miden las distancias en Croacia es un misterio para mí... habrán aprendido del INDEC o algo así.

12 comentarios:

Pablo dijo...

Te transcribo un párrafo inquietante de Ortega y Gasset (ambos): "... Un hombre desmoralizado es simplemente un hombre que no está en posesión de sí mismo, que está fuera de su radical autenticidad y por ello no vive su vida y por ello no crea ni fecunda ni hinche su destino. Para mí la moral es lo que el hombre debe ser, (...) el ser inexorable de cada hombre, de cada pueblo. Por eso desde siempre (...) proclamaba como imperativo fundamental de la mía el grito del viejo Píndaro: quenoio hos eisi - llega a ser el que eres - ."

Ya se dirás (con cierta razón) - me estoy ahogando y vos me describís el agua ¿cómo se llega a ser el que uno es, cómo se alcanza esa radical autenticidad? Bueno, como para ejemplo sirvo de muy poco me limito a compartirte lo que funcionó para algunos.

Aquello que se es, antes que cualquier otra cosa, es una cuestión de elección; claro que uno viene condicionado por vivencias y factores externos pero siempre, siempre puede elegir, de hecho sólo con reflexionar acerca de la posibilidad de irte y decidir quedarte estás eligiendo. He aquí lo que recomienda San Ignacio (en apretadísima síntesis y horrorosa traducción):

El primer punto es proponer delante la cosa sobre la que quiero hacer elección, así como un oficio o beneficio para tomar o dejar, o de cualquier otra cosa elegible y hallarme ante ella indiferente sin afección alguna, de manera que no esté más inclinado a tomar la cosa propuesta que a dejarla, ni viceversa; como si fuera el fiel de una balanza presto a seguir aquello que sintiere gravitar más.

Luego considerar con el raciocinio los pros y los contras, cuántas comodidades y provechos obtendré con tener la cosa propuesta y las angustias y peligros que pasaré si la tengo, y a la inversa mirar las comodidades y provechos en el no tener y las angustias y peligros en el mismo no tener.

(Sigue a continuación)

Pablo dijo...

Después de discurrir en todos los sentidos sobre la cosa propuesta, mirar hacia dónde se inclina más la razón, y así según la mayor moción racional (no moción sensual), se debe hacer deliberación sobre ella.
Sigue imaginar a un hombre a quien nunca he visto ni conocido y sin embargo deseo lo mejor para él, y considerar lo que yo le diría que hiciese y eligiese para su mayor bien puesto ante la misma disyuntiva, y atenerme a la regla que para el otro pongo.
Y por último visualizarme en mi lecho de muerte y pensar cómo hubiera querido decidir acerca de la cosa presente, y el camino que entonces querría haber tomado, tomarlo ahora para que el fin de mis días me halle en plenitud.
Ya decidido, hacer en todo mi determinación el camino elegido y ordenar mi propósito en seguirlo con discernimiento, intención y libertad. Algo así como donarme a esa causa.
Un amigo mío, para mas datos colega también residente en la UE (y no abundo en detalles para que no se de cuenta todo el mundo que hablo de Juan) me dijo una vez una de esas cosas que nunca se te van de la cabeza: "antes de mi vida tal como tu la conoces ahora yo sólo vivía para mi". Fijate en el sentido de la palabra "sólo"; no es que su vida le desagradaba (ni tenía por qué) era simplemente que no henchía su destino ¡y mierda que lo hizo! Dejó una prometedora carrera como abogado para dedicarse a la docencia y a la música que son sus pasiones, formó una familia numerosa de la noche a la mañana y aunque pasó tragos amargos, tan firme está en sus determinaciones que estoy seguro su fin lo encontrará pleno y feliz. Otro tanto podría decirse de tus amigos, esos que adoptaron cuatro hermanitos africanos.

Todo esto para decirte que si te gusta el bienestar alemán, el orden alemán, la policía alemana, la estabilidad alemana y tu trabajo alemán (pese a cierto desencanto respecto al trato interpersonal también alemán), a lo mejor te falta la decisión de integrarte, de volverte alemán, porque una cosa es segura: ellos no van a cambiar, les gusta así y les funciona.
PD1: Perdón por la perorata.
PD2: Si la distancia en Croacia la midiera el INDEC el cartel estaría al lado de la estación de servicio; ellos suelen equivocarse en menos.

Martín dijo...

por lo que te conozco (poco o mucho, vaya uno a saber) me viene a la cabeza lo que decía San Martín: serás lo que debas ser, o no serás nada.
Así como están las cosas, las opciones son tan limitadas como drásticas. Ya probé todas las pequeñeces y en los frentes importantes estoy que no sirvo ni para repuesto de loco. Ojalá pudiera ser más específico pero me inhibe un poco la red. Sin embargo, te puedo decir que el análisis está hecho, y acá no se está tan mal si uno se las arregla para filtrar ciertas cosas.
Lo de volverme alemán, perdoname que te lo diga así tan delicadamente, pero ¡ni en pedo!
No, hablando enserio, es tan abominable como innecesario. Te propongo darte una vuelta por acá para ver de lo que hablo. Aprendo sus cosas buenas, y registro sus cosas malas como para no caer en ellas. Esa es la opción inteligente y la que tomo. Que ellos cambien o no es una opción que nunca contemplé por lo impráctica. Te remito a mi entrada del 20 de noviembre de 2007, pa' que veas que no miento.

PD1: perorata recibida con los brazos abiertos.
PD2: lo importante es que en Croacia el litro de nafta cuesta un 25% menos que en Deutschland =)

Laura dijo...

La gente de la antigua Yogoslavia...la más linda del mundo, en mi opinón

Martín dijo...

Laura, siglos hace que no te veo.
Lo de la gente más linda del mundo, no te sabría decir, pero la verdad que muy linda gente.
¿Y vos cómo los conocés?

Ashiku dijo...

MArtín, el sábado hablaba con el albañil en casa y le decía "Afiná el lápiz, a ver si alcanzamos a ..." y ahí seguía una ennumeración de tareas tan pobretonas que hacer en mi casa -picar un revoque y hacerlo de nuevo, pintar un techo, ver si nos alcanza para cambiar un piso, y sino seguimos con el viejo pero lo hidrolavamos... cosas tan básicas, mínimas, que nos dio risa, mientras hablábamos, el vivir con tanta piojera!!! Díosanto, andar contando las monedas para estas cosas, para cambiar el auto, qué argentino, ¿no es así?

Pero, por otro lado y a todo esto, estábamos con mi marido y el albañil sentados a la mesa de piedra del patio, tomandonos unos mates, embriagados por los jazmines chinos recién florecidos, las nenas tirándose de la soga, el perro saltando en dos patas... y eso, también es argentino.

De eso es lo que hablás, creo, las dos caras; sólo vos tenés la respuesta sobre tu vida. Te deseo la lucidez para encontrarla, la convicción para seguirla y la alegría para disfrutarla, a pesar de los sinsabores que le correspondan.

Martín dijo...

Amén.
Sátamente.
No puedo agregar nada a lo que me contás, sobre todo el último párrafo. Gracias por los deseos.

Pablo dijo...

Eso tiene Ashi de bueno, después de que ella habla es muy difícil decir algo que no sobre. Pero uno es jetón vio?

Ser argentino ...

... y mientras contás las monedas para alcanzar ese pequeño logro que no es un lujo ni un favor magnánimo de los dioses porque para eso trabaja uno como un buey, soltamos algunas para ser solidarios, para poner el cuerpo cuando hace falta ... y sentarnos contra viento y marea sobre algunos valores que ni siquiera el sátrapa de Menem pudo conmover (la educación y la salud públicas y gratuitas por ejemplo) ... y encontrar alegría en encontranos
con la excusa del asado aunque haya que llenar la parrilla de falda y achuras porque cuantos mas seamos, mejor ... y estudiar por años para terminar ganando algo apenas digno mientras se pueda seguir haciendo lo que uno ama por su gente, pienso en los investigadores del CONICET, en los médicos de hospital público, en los docentes universitarios ...

Ser argentino ...

Ashiku dijo...

Vamos, Martincho.

Linda dijo...

Martin te leo y lloro y te explico porque..sabes que soy recien divorciada y hace un par de meses que alexis mijo de 9 anios empezo con una crisis depresiva...si Martin no soporta la idea de no tener a su papa en casa y peor de que su papa ya tiene otro hogar compartiendo el amor que cree que solo es de el con dos hijastras..a mi no me decia nada para no mortificarme aunque estaba de mal humor casi siempre a su padre no le dice nada de nada por miedo a que su papa ya no quiera venir los 4 dias por mes que lo ve..tiene miedo que su papa se olvide de el..asi que un dia me dijo que ya no queria vivir y que penso una manera de quitarce la vida porque decia que no era feliz..me decia llorando..no soy feliz mama..ayer pense la manera de quitarme la vida, pense en tirarme de un segundo piso de cabeza ..mama me queiro moriri..
cuando me decia eso martin yo era la que me queria morir..mijito estaba perdiendo las ganas de seguir viviendo y yo me sentia responsable y culpable por eso..dime tu martin..que has vivido en parte la experiencia que esta viviendo mijo..que te hubiera gustado que pasara, que te hubiera gustado vivir , como te hubiera gustado que reaccionara tu mama, dime martin como lo ayudo???que debo decirle?que te hubiera gustado que te dijeran? no quiero que sufra las consecuencias de un divorcio que el no pidio...
yo lo estoy llevando con una psiquiatra especialista en ninios y adolecentes y esta medicado..a los 9 anios...
que le espera martin??si no hago algo y me ocupo YA! que pasara con el? me encantaria que por lo menos sea como tu, que este vivo, en un lugar de paz, con una moto y conociendo el mundo, es una linda manera de estar infeliz..lo prefiero asi pero vivo..
perdon martin..necesitaba sacarlo y con alguien que me entendiera y al leerte me di cuenta que tu eres el indicado..
de antemano gracias...

Martín dijo...

Ay... Linda, el panorame no pinta bien. Te cuento por experiencia propia que las pastillas antidepresivas son la peor porquería que haya puesto en mi cuerpo alguna vez. La terapia, por otro lado, no tiene contraindicaciones.
Hay algo que el que vive con una persona que sufre depresión tiene que entender: la depresión no es sentirse mal. Eso es solamente un síntoma, causado por la impotencia, desesperación y frustración que a uno lo invade por la verdadera dolencia que significa la depresión: la total falta de sentimientos. Todo da lo mismo.
Algo que te puedo sugerir, y que A MÍ me hace bien (lo resalto porque todos somos diferentes) es que no trates a tu hijo con lástima. Yo sé que te da lástima, y es correcto que así sea (la depresión es lamentable) pero no se lo demuestres, porque lo único que hace es alimentar la sensación de estar mal. Tratá de que haga una vida lo más normal posible, con desafíos, amor, deporte (eso es fundamental) y premios. Cultivá su autoestima sin adularlo. Desafialo a sentir. Sin ser pesado, pero hay que evitar el pozo.
Lo demás, no sé. Si supiera, no estaría como estoy... =/
Mucha suerte. Y preguntá lo que necesites. No creo tener las respuestas, pero por lo menos tengo experiencia en el tema y quiero suponer que puedo articular mejor que un chico que está descubriendo la vida.

Linda dijo...

Martin..
Meti a Alexis mijo a un equipo de futbol, lo trato normalmente y decidi no darle las pastillas..la terapia la sigue llevando..he inventado una dinamica con el en donde viendo tele le pregunto..como cres que se siente ese personaje con lo que le esta pasando?..y el me dice el nombre del sentimiento ..para lo que me ha ayudado es para cuando lo veo mal o cuando lo veo bien le pregunto..como te sientes? y asi ha aprendido a ponerle el nombre real al sentimiento, si no sabe ponerle nombre lo ayudo a encontrarlo..tambien lo abrazo mucho..
eso si cuando se porta mal tiene sus castigos tambien.
Martin espero poder ayudar a Alexis en esta etapa tan dificil para el.
GRACIAS MARTIN!