miércoles, 22 de junio de 2011

perita

Sin desviarme para opinar sobre su gestión, el hecho es que desde la llegada a mi querido país (Argentina) de una mujer a la presidencia, el idioma que hablamos se ve constantemente atacado por personas (ella incluída) que sienten la necesidad de una reivindicación o alineación, ya sea por motivos psicológicos, ideológicos, o políticos. La palabra que es abanderada de esta ridiculez es una de mis preferidas y de la que ya hablé alguna vez: presidenta.
Lo que sigue es mucho copiar-y-pegar de un artículo de Wikipedia sobre el tema. Quisiera mencionar que considero Wikipedia una fuente de fuentes, y no una fuente en sí misma. Esto es, cuando necesito información sobre un tema, los artículos que se encuentran en Wikipedia son, salvo en contados casos, opiniones personales de todo tipo y calibre. O sea: mierda. Lo que me interesa son las referencias al pie de página, esas que nos derivan a fuentes con mejores dotes para los asuntos de documentar el saber humano, aunque incluso esa lista, no siempre disponible, tampoco es que sea exhaustiva ni mucho menos. Dicho esto...
En español existen los participios activos como derivados verbales. El participio activo del verbo atacar, es atacante; el de sufrir, es sufriente; el de cantar, es cantante; el de existir, existente.
¿Cuál es el participio activo del verbo ser? El participio activo del verbo ser, es 'el eseyente'. El que es, es el ente. Tiene entidad.
Por ese motivo, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se le agrega al final 'ente'. Por lo tanto, la persona que preside, se le dice presidente, no presidenta, independientemente del sexo que esa persona tenga.
Quien ignora es ignorante, no ignoranta, quien que preside es presidente, no presidenta... y quien ignora cuando no sólo se le ha llamado la atención de su error y mostrado la forma correcta, sino también explicado por qué, no es ignorante: es necio. O necia.
Me permito agregar unas cuantas palabras para ampliar un poco más el horizonte y como lo mejor es ir a las fuentes, el siguiente texto es de la Real Academia Española y destaco lo más cercano al tema. Quiero agregar que en varias oportunidades la propia RAE tuvo que modificar su postura cuando aceptó erróneamente algún vocablo o definición. Aclaro esto para quienes defienden erróneamente presidenta bajo el paraguas de la aceptación por parte de la RAE como válida. Por lo expuesto anteriormente y las ampliaciones y explicaciones a continuación me permito asegurar en forma taxativa e indudable que la forma correcta es presidente y que presidenta contradice varias normas de la propia Real Academia Española.
Se dice estudiante, no estudianta; se dice paciente, no pacienta; se dice dirigente y no dirigenta.
Quienes dicen presidenta no sólo hacen un mal uso del lenguaje por los motivos que mencioné al principio, sino por ignorancia de la gramática de la lengua española.
Algún avispado podrá (y así debe ser para una sana discusión en la que uno discute el tema y ataca la opinión en sí y no a su dueño) destacar la existencia de los sustantivos epicenos, o sea, aquellos que, designando seres animados, tienen una forma única y a la que corresponde un solo género gramatical para referirse, indistintamente, a individuos de uno u otro sexo. En este caso, el género gramatical es independiente del sexo del referente. Hay epicenos masculinos (personaje, vástago, tiburón, lince, jefe) y epicenos femeninos (persona, víctima, hormiga, perdiz). La concordancia debe establecerse siempre en función del género gramatical del sustantivo epiceno, y no en función del sexo del referente; así, debe decirse "la víctima, un hombre joven, fue trasladada al hospital más cercano", y no "la víctima, un hombre joven, fue trasladado al hospital más cercano". En el caso de los epicenos de animal, se añade la especificación macho o hembra cuando se desea hacer explícito el sexo del referente: "la orca macho".
La persona que transcribió esto último de la RAE agrega lo siguiente:

Dentro de este grupo están también los sustantivos terminados en -ante o -ente, procedentes en gran parte de participios de presente latinos, y que funcionan en su gran mayoría como comunes, en consonancia con la forma única de los adjetivos con estas mismas terminaciones (complaciente, inteligente, pedante, etc.): el/la agente, el/la conferenciante, el/la dibujante, el/la estudiante.
No obstante, en algunos casos se han generalizado en el uso femeninos en -a, como clienta, dependienta o presidenta. A veces se usan ambas formas, con matices significativos diversos: la gobernante (‘mujer que dirige un país’) o la gobernanta (en una casa, un hotel o una institución, ‘mujer que tiene a su cargo el personal de servicio’).


Creo que este último párrafo es un ejemplo perfecto de lo que comenté antes sobre la mala calidad de los artículos de Wikipedia y de cómo una persona avispada puede recurrir a confundirnos para, a continuación, hacernos dudar de nuestras creencias (correctas o no) y hasta reemplazarlas por otras.
Efectivamente, en el primer párrafo se usa una falacia, haciendo uso de una verdad para demostrar algo que no lo es. Esto lo efectúa mezclando adjetivos como inteligente* con participios activos (discutidos arriba) como dibujante, derivado en este caso del verbo dibujar.
En el segundo párrafo el autor hace referencia a pasados errores (la feminización de términos que no tenían sexo) para justificar los errores que se están cometiendo ahora, y espera su aceptación. Ajá.
Ahora supongamos que en las elecciones presidenciales que están próximas a celebrarse gana un hombre. ¿Le vamos a decir presidento? =P

* edición de última hora: inteligente también es un participio activo, pero en este caso es usado como un adjetivo. Gracias Pablo (ver comentarios).

6 comentarios:

Pablo dijo...

"Perita" sí existe, es la declinación del verbo peritar en tiempo presente perfecto, tercera persona del singular y también una pera pequeña. Estos modismos, como a vos, me causan gracia pero tanto pueden ser pasajeros como aquerenciarse en el lenguaje coloquial y entonces se transforman en idioma. Es erróneo creer que la regla gramátical o semántica encierra la lengua y la agota; ésta es estática y el idioma (como toda realidad) es dinámico, si ásí no fuera seguiríamos hablando el castellano antiguo sin saber ni entender el "yerro que fazemos".
Yo encuentro mas divertidos los eufemismos de motivación políticamente oportunista como llamar "personas con necesidades básicas insatisfechas" a los indigentes o "pueblos originarios" a los indios o "personas con capacidades diferentes" a los discapacitados o "individuos de la etnia romaní" a los gitanos. En fin, todo pasa menos Grondona.
Y hablando de otro tema ¿cómo te fue con los especialistos o las especialistas que ibas a ver esta semana?

Martín dijo...

Ah, Pablo, estas cosas me sacan. Tenés razón en lo de la gramática evolucionando, pero hay cosas que son simplemente brutales. Lo de presidenta lo tengo allá arriba en mi lista de gansadas de proporciones tectónicas.
Grondona (no sé si te referías al de la AFA o al que andaba con Neustadt, pero yo me refiero al segundo) contaba una vez con alguna metáfora hiperbólica cómo el progreso es el resultado de tamizar las locas ideas con un poco de concervacionismo. El objetivo siendo que sólo las que realmente significan progreso sean las que sobrevivan y sean adoptadas. Pero esa noción no cuenta con la estupidez y testadurez humana.
Respecto a tu pregunta, fue una sesión muy interesante y positiva, aunque me revolvió muchas cosas y me dejó muy mal toda la semana. Todavía lo estoy trabajando. Estas cosas llevan tiempo, pero creo que encontré a alguien con más aptitud que lo que vi hasta ahora.
Gracias por preguntar.

Pablo dijo...

Otra cosita: citar "inteligente" en el párrafo que aludís no es una falacia ya que el término puro (no en contexto) tanto puede ser un adjetivo como un participio activo. En efecto es inteligente quien intelige del verbo inteligir.
Los romanos distinguían los bienes materiales como lo que puede verse y tocarse (quae cerni et tangi posunt) y los bienes inmateriales - los derechos por ejemplo - como los que se inteligen (quae intelleguntur); es decir unos se aprecian con los sentidos y otros con el intelecto.
Es un fenómeno bastante difundido el de la multifuncionalidad de las palabras y en el uso cotidiano es justamente donde se actualizan y renuevan ya que el coloquio corriente no reclama la misma ortodoxia que una publicación científica digamos.
Con todo, a mi "presidenta" me hace el mismo ruido que a vos.
Otra cosita: "conservacionismo" lleva S porque viene del verbo conservar aunque en el sentido de tu texto acomoda mejor la palabra "conservadurismo". Digo esto porque yo soy conservacionista activo y militante pero no conservador como Grondona - el de Neustadt quien también lo era - ni lo quiero ser.
Me encantan tus reflexiones, me hacen pensar.

Martín dijo...

Pablo, me agarraste con lo de inteligente. Cuando leí el artículo original la primera vez se me pasó por la cabeza lo de que también es un participio activo, pero cuando me puse a redactar lo que escribí, que me llevó un buen rato, se me fue totalmente de la cabeza. Ahora mismo voy a castigarme sin misericordia comprándome un helado de dos gustos en lugar de tres. ¡JA!
Pregunta: ¿podría usar pedante para el ejemplo? Ese no me suena que derive de un verbo...

Irantzu dijo...

Hola!
Si bien no me importa mucho lo que diga la RAE (se viene mi post al respecto ;)) y yo digo "la presidenta" en vez de "la presidente" porque la fuerza de la costumbre (y de los medios) puede más, está claro que tu análisis tiene razón.

Ahora bien, se sabe que el idioma es algo vivo, y ahora q aparecen presidentes mujeres que antes nunca hubo, creo que puede quedar la excepción idiomática (tal como hay otras) de llamarlas "presidentas"... de hecho, creo que ya será difícil recular y que se les diga "presidente"...

Saludos! Te respondí lo otro en mi blog. Un gusto leerte (aquí y allá)!

Martín dijo...

hola Ira,
sí, lo del idioma vivo lo comparto, pero a veces creo que se usa para marchitarlo más que para desarrollarlo. Me parece que no es tu caso, pero al final esta capacidad de cambio del idioma se usa como excusa para la apología de la ignorancia. Para hacer evolucionar algo hay primero que conocerlo a conciencia, y lo de "presidenta", como muchas otras barbaridades, surgió por una mezcla de ignorancia y ganas de imponer puntos de vista personales que no tienen nada que ver con el uso de la palabra como medio de comunicación. ESO es lo que me molesta >:(