jueves, 15 de noviembre de 2007

la nieve y la rep... que la parió

Así se ve desde la ventana de mi dormitorio cuando me levanto, a las 7 de la mañana. ¿Me querés decir quién tiene ganas de levantarse cuando el día pinta así?



Me acabo de dar cuenta que me gustan las cosas que me hacen quedar bien, porque me siento un salame. ¿Que a qué viene esto? ¿Y a qué viene que vos estés leyendo mi blog?
Pero volviendo a lo de salame, no crean que es algo demasiado grave. En general me caigo bien, pero a veces rompo un poco las pelotas y tendría ganas de cagarme a patadas.
Pero por lo menos no soy nieve. Esa hija de su puta madre sí que rompe las bolas. Fría, mugrienta y con aires de diosa. Tengo que reconocer que está bueno que el pajarraco que me despertó todo el verano con su puto pío-pío probablemente esté congelándose el orto y se le hayan caído las cuerdas vocales. También está bueno que esté todo tan silencioso: la nieve acolchona los ruidos y crea una atmósfera siniestra. Y se le sumamos los autos que se cagan resbalando y se la ponen (sin heridos, eh, que tampoco soy sádico)… en fin, algunas ventajas tiene.
Por lo demás, me da por las pelotas la nieve. Te tenés que sacar los zapatos cuando llegás a tu casa, si no hacés un enchastre en el piso. A continuación viene la ceremonia de desemponcharse la gorra, los guantes, la campera, el buzo y el pulóver. Y para cerrar todo esto, si vivís en un departamento del tamaño del mío (para agregar perspectiva, digamos que la jaula de Pinky y Cerebro es la mansión de Bruce Wayne en comparación) viene la pos-ceremonia de poner todo más o menos en su lugar predeterminado. Ahora sí, ya podés ir a mear (cómo te hace mear el frío), cerrar las ventanas (que dejo entornadas antes de irme al trabajo, para que se vaya el tufo que se acumula durante la tarde-noche anterior, con la calefa prendida) y continuar con tu vida. Ahora viene la parte crucial del día: morfo algo, salgo a algún lado, miro tele, le doy al Need for Speed o voy al super. La vida puede ser muy complicada cuando uno no tiene novia.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Pues échate una novia alemana, que las hay bien bonitas, y matas dos pájaros de un tiro: tendrás más cosas que hacer en tu vida y empezarás a simpatizar con el pueblo alemán.

Martín dijo...

me diste una idea para otra entrada =)