lunes, 2 de marzo de 2009

mi amigos los microbios

Normalmente tengo un tema o dos pensados y los dejo levar en mi cabeza hasta que más o menos están listos, y los vuelco en el blog. Esta vez no tengo la menor idea de lo que voy a escribir a dos palabras vista.
Desde hace varios días me vengo sintiendo apestado, y finalmente hoy me desperté con un buen dolor de garganta, y como es lunes, al no ir al trabajo, me ahorro la soporífera reunión informativa de las 10 de la mañana que siempre tenemos al iniciar la semana. Eso ya es motivo para encariñarse con los microbios.
[permiso, me voy a preparar un capuchino y vuelvo]
Listo el capuchino. Esto de escribir con una taza de algo humeante al pie del monitor es una de esas imágenes paganas que uno tiene, y alguna vez hay que hacerlo, y si es posible hacerlo costumbre.
[4 horas más tarde, después de leer, alpedear, mirar tele y almorzar]
La taza de algo humeante ahora es una taza mugrienta que tengo que lavar, porque siempre le digo a Novia que debería ser un poco más ordenada y si dejo la taza ahí me puedo tatuar "haz lo que digo mas no lo que hago" en el cachete, y no precisamente la mejilla.
En fin, que con todo este tiempo libre uno termina por caer tarde o temprano en Wikipedia, y ahí es donde las cosas se pudren, sobre todo cuando uno lee fuentes de información reales, y no la mente de otros aburridos como yo. Hay un tema en particular que me interesa y sobre el que no voy a hablar por cuestiones de conveniencia, pero voy a decir que al principio puse un poco de ánimo en el asunto y me esforcé por editar artículos sobre el tema y mantener discusiones que pensé constructivas, en pro de cultivarme y cultivar. Después de un tiempo entendí que es inútil, que como en muchos órdenes de la vida, el que tiene el poder tiene la última palabra. El derecho de la fuerza, que le dicen, y no importa que tan aberrante, flagrante o injusta sea una opinión, si el que la mantiene no se basa en la razón para adoptar y sostener su postura, es inútil acudir a la razón para intentar cambiarla. Como en la religión, el peronismo o el creacionismo. Al final del día, el que tiene la fuerza es el que se lleva el premio, y los otros pueden hacer con la razón, el derecho y la justicia un paquetito precioso y metérselo por donde les entre.
Cuando uno se topa con esta gente, empieza a ver algunas cosas que se pueden leer por ahí y uno preferiría que fueran solamente frases célebres, citas, pensamientos, pero sin aplicación práctica, como por ejemplo:
- uno critica lo que tiene criticable de sí mismo.
- más conozco al ser humano, más quiero a mi perro.
- la prueba de que la mujer es estúpida es que muchas veces basa su motivación en querer superar al hombre. Eso demuestra su falta de ambición (ese fue Oscar Wilde).
- etc...
Este ejército de criaturas pululan en la red y se sientan a probar sus posiciones, elevando a la categoría enciclopédica cualquier fuente que corrobore su opinión, sin importar su fiabilidad o falta de ella, e ignoran sistemáticamente cualquier cosa que no se ajuste a su visión, aunque provenga de las más altas fuentes acreditadas. Así es como encontramos que, sobre un tema polémico de geopolítica, sobran los que acusan de subjetivos y parciales a los que mantienen una posición neutral e imparcial, y se despachan con sutilezas y chicanas a placer, despreciando y minimizando hasta la más remota referencia al punto de vista contrario, e inflando y deificando el propio a través de cualquier recurso, incluso violento. Porque alterar la verdad de cualquier manera es una forma de violencia.
En definitiva, hace más de un año que no escribo en Wikipedia, el mismo tiempo que hace que no la leo. El vaso de la decepción rebalsó hace rato, y no me quedan ganas de darme contra una pared de ignorancia, la cual no es pecado si no su embanderamiento y defensa (¡alpargatas, sí, libros, no!).
Ya casi me siento mejor.

9 comentarios:

Pablo dijo...

Por lo pronto, Martín, buena parte de los sistemas de creencias llamados tradicionales, se forjaron con violencia; el dogma católico sin ir más lejos: de un lado los monjes que sostienen la virginidad de María, del otro los contarios y que se haga la verdad a cadenazos limpios. No es imaginación, es historia.
Aguda tu observación sobre la verdad y el poder. Un jurista que admiro (Genaro Carrió - "Los límites del lenguaje normativo") señala que todo se origina en el uso acrítico de la palabra "poder" que unas veces es "facultad", "competencia" o "potestad" y otras "fuerza", "dominio", "señorío". De ahí hay un sólo paso a afirmar que el que tiene la potestad (por ejemplo de decir qué es verdad y qué no) es porque tiene la fuerza.
Nada mal para ser ingeniero, Martincho, mejor que muchos de mis alumnos.

Martín dijo...

¡gracias Pablo!
Algún presidente estadounidense (para nada santos de mi devoción, esos) dijo algo que comparto: "quien tiene el poder tiene la responsabilidad". De ahí al "nadie es inocente"... todavía lo estoy trabajando =)
un abrazo

Luisa dijo...

El otro día Ana Lucía me contaba cosas de su escuela y me dijo: Y el profesor tiene una norma: "Aunque tú digas que no es cierto, si los demás o la mayoría dice que sí, entonces, ESO que dices es VERDAD".
Hablaba claro de cuando un alumno (10 años) se queja de otro que le pega o molesta y el profesor para no emitir juicios o errores, pregunta a la clase que si éso es verdad o no...Yo me quedé pensando. Qué miedo. Ahora que te leo Martincito y luego Pablo pone los acentos, me queda más claro.
Y me da más miedo!.

Besos a cada uno. Buen semana.

pal dijo...

Pero la violencia es lo contrario del poder (el poder como capacidad creadora). No hay legitimidad via la violencia, a lo más hay acuerdo.

Ah! y algo muy importante
Martinez: tener responsabilidad, no es tener culpa.
Inocencia no es irresponsabilidad.

Qué cosa esta del mundo de la palabra.

(Por decir algo, total si ya estuviste en wikipedia... me tomo mi cafecito...)

Te cuento la frase de la semana para mi?
Se refería un nuevo funcionario del comité olimpico alemán- creo que en la rama de gimnasia- a los que niegan el dopping. El reconocimiento de una vida errada, da origen a una vida "corregida".
Me pareció tan esperanzador, como que el ser humano, se equivoca en sus repuestas a los desafíos pero existe el perdón y el nuevo comienzo como característica del ser humano.

(Se mejora tu ánomo y tu salud?)
Un beso Martinez.

Martín dijo...

Es cierto, Luisa, esas cosas pasan. Pero una vez leí en una de esas páginas de discusión de la ...pedia, un tipo que subrayaba que la verdad no depende del concenso, ni es democrática, ni es equitativa, ni mucho menos "políticamente correcta" (él, como yo, coincidía en que es un asco de término). La verdad es la verdad.
Pal: salud en ascenso, testículos en descenso. Manejar en el mittlererring en Munich es de masoquistas. ¡Odio cómo manejan los teutones!

pal dijo...

(chuata! ahí si que estamos de acuerdo, son cirujanos pa manejar estos güeóneh, pero de una agresividad que diosselasconserve... imagínate lo mismo pero siendo mujer... mi odio es proporcional a lo que ellos me odian... en especial los camioneros... los mataría... ay! como los odio...)

Juan dijo...

La verdad no existe. O hay muchas clases de verdad. Según Aristóteles lo verdadero es lo que se oculta tras la apariencia, y resiste el paso del tiempo. Pero también dice: "es verdad lo que siempre es de la misma manera". Luego aquello que siendo mentira, siempre es de la misma manera, también se erige en verdadero. El poder crea la opinión, y la costumbre se convierte en la verdad. A veces, en otros niveles, no es siquiera el poder, sino la vehemencia y su perseverancia lo que la construye. La verdad está, luego, en manos del que ostenta el poder, pero también del que la ansía más. Los dóciles, los volubles, esos son meros receptores.

Luisa dijo...

Ayy qué espesito está el patio...y eso que el tema era de tus amigos los microbios!!
pasaba a dejarle un saludito Don Martín...
besos

Martín dijo...

los microbios no son tanto problema, Luisa, lo peor son los "macrobios"...