viernes, 9 de octubre de 2009

IPR

Como buen marplatense con bolsillos para comprar opciones educativas, de chico fui al Instituto Peralta Ramos, que pertenece a la Fundación Marista, la misma a la que pertenece el Champagnat (paquete si los hay) en Buenos Aires. Empecé con 4 años en el Jardín de Infantes, después al preescolar (5), después Primaria (los siete años de los 6 a los 12 inclusive) y finalmente secundaria (los 5 años de los 13 a los 17), que terminé en el '91.
Mis recuerdos de ese lugar son de variados colores, por supuesto. No tuve una infancia que podría calificar ciegamente de feliz, pero tuve unos momentos muy lindos y no demasiados momentos malos. En la escuela, lo mismo. La diferencia, quizás, era que en la escuela había unas reglas bastante explícitas y siempre me sentí incómodo con las reglas. Ahora, de "grande", las uso como referencia, nunca como límite. Creativo, desde mi torcido punto punto de vista. Frustrante, irritante, insoportable y muchos etcéteras, desde el punto de vista de otros. En fin.
Ese IPR era, es, un lugar donde uno aprende no solamente el programa de estudios en forma muy superior al promedio, sino también que uno, por el hecho de ir al IPR (a base de pagar la mensualidad, tener el amigo correcto, y sin importar demasiado las capacidades intelectuales) ES superior al promedio. Aprendí cómo hay que ser magnánimo y displicente, sin obviar la cuota de desprecio, hacia los que no pertenecían a nuestra casta. Después de todo, no era la culpa de José Pérez no tener doble apellido y manejar un Renault 12 y no poder mandar a sus hijos al IPR. Dios así lo había dispuesto. Estaba, entonces, destinado a la plomería, jardinería o a atender la caja de un supermercado, entre otros trabajos manuales y, por ende, por debajo de nuestro nivel (espero no ser demasiado molesto con esto de la itálica).
No puedo negar que la educación en el plano formal de las ciencias, matemática, lengua y literatura, biología, y más fue excelente. Nunca tuve excelentes notas y sin embargo en cuestiones de cultura general, capacidad para afrontar plazos de entrega, trabajar en equipo, encarar desafíos, etc. uno salía muy bien preparado. Más tarde, en la universidad, se notaba un abismo importante con respecto a compañeros que venían de otras escuelas, con excepción del Illia, que hasta donde recuerdo es el mejor colegio público de mi ciudad. Haber ido a uno de esos dos colegios significaba que los primeros dos años de facultad, que son los más difíciles y de mayor deserción, serían más exitosos y agradables, a base de estar acostumbrado al esfuerzo, sacrificio y estudio.
Una de las materias que más me gustaba y por las que casi termino no siendo un ingeniero, era geografía. Nuestro profesor era muy bueno porque combinaba conocimiento con amor por lo que enseñaba, y lo entregaba en un paquete de pedagogía. Lo mejor de lo mejor era que tenía infinidad de historias para contar sobre sus viajes, pero el tipo no era capaz de acordarse de que hacía dos semanas nos había contado esa historia sobre las islas galápagos, y nos la repetía. Para nosotros era una forma de perder tiempo y relajarnos, que bien nos hacía falta. Lamentablemente este buen hombre, que no me acuerdo el nombre y con la mejor de sus intenciones, nos enseñó algunas cosas popularizadas creo en cada país del mundo con respecto a sí mismo, a saber:
- Argentina es un país inherentemente pacifista.
- relacionado con lo primero, cualquier conflicto en el que se ha visto envuelto mi país ha sido causado por el otro.
- Argentina siempre ha perdido territorio.
- Argentina siempre es la víctima de sus vecinos imperialistas y expansionistas. Siguiendo el ejemplo de Bush (padre), nuestros vecinos integran una sudamericana y torcida versión del eje del mal.
Esta visión, curiosamente, es la misma que se tiene en Chile sobre Argentina, Bolivia y Perú; en Bolivia sobre Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Perú, en Paraguay sobre Argentina, Bolivia y Brasil, etc. (a propósito paré acá para no tener que listar los 450 países con los que limita Brasil...). De esto estamos casi todos en la ignorancia. Nadie se pone en el lugar del otro, y terminamos odiándonos por poco o nada. Lo que es más, la estupidez colectiva nos lleva a agresiones gratuitas que convierten el antes injustificado odio en algo justificado. Más de una vez, investigando sobre los conflictos limítrofes que han mantenido Argentina y Chile en tensión desde 1800 hasta hace poco (al menos a nivel formal) terminé en foros en internet donde argentinos y chilenos, la mayoría desinformados a niveles alarmantes, se decían cosas inadmisibles no solamente como argumentos en cualquier discusión, sino por el simple placer de insultar y que hasta como insultos eran baratos. Lo mismo entre paraguayos y brasileros, y así en todos los pares posibles de armar. Peor todavía, este fenómeno se repite en todas partes del mundo, lo cual no lo hace menos lamentable. Al contrario.
Acá me voy a detener porque el tema da para mucho, pero el objetivo de toda esta perorata era despertar el interés por un trabajo que es auto-explicativo del por qué de su existencia y puede ser leído en este enlace. Es un resumen de un doctorado de cientos de páginas, pero el resumen en sí tiene 16 páginas y se puede leer por arriba en media hora, y en varios días si se trata de entender todo. Creo que es el pedazo de información más importante que un maleducado como yo pudo obtener.
Buen provecho.

PD: hace cosa de un año decidí que, como menciona su autor, este trabajo necesitaba más difusión en ambos países, y le escribí al rector de mi ex-colegio, el IPR, comentándoselo. ¿A vos te contestaron? A mí no. También se lo envié a mi padre. ¿Vos lo leíste? Porque él no. Pero me dí el gusto de hablarlo con todos mis amigos argentinos y chilenos, y hasta con paraguayos, por las dudas, para que construyan sus analogías.

17 comentarios:

Pablo dijo...

Te cuento una curiosidad: en el Archivo General de la Nación hay una carta firmada por Sarmiento y dirigida al entonces presidente de Chile (Ortiz si mal no recuerdo) en la que le solicita tropas para resistir la persecución de Rosas (que lo quería achurar) y a cambio le ofrece las tierras al sur del Río Colorado (límite norte de La Pampa) "como fuera oportunamente convenido". Está ahí a la vista de todos y yo la vi con estos mesmos ojos que se han de comer los gusanos.

Martín dijo...

Ahora me la dejaste picando: "oportunamente", ¿a qué se refiere? ¿cuándo, dónde, quiénes lo convinieron? Cuente, cuente...

pal dijo...

Yo lo voy a leer.
Te juro.
No puedo estar más de acuerdo contigo, en todo lo que dices.
Desde ya y antes de leer nada.

Yo aprendí en la escuela que la Patagonia se la arreglaron en el momento de la guerra con la confederación Perú Boliviana, aprendí eso si con los estudios por acá lo que son las fronteras coloniales y las de la democracia.
Desde entonces ni creo en fronteras justas, ni menos en las naturales. A lo más históricas, a lo más pacificadas. Todo es un arreglo en el que alguien pierde- tierra- y alguien gana -tierra.
Demostrado queda que la conveniencia de su posesión no está siempre en el país que "gana".

Y da para seguir, pero no antes de leer lo que muestras.

(y eso que estos leyendo en este momento la historia de los derechos de ciudadanía para las mujeres... en gral. pero en especial en nuestros países. Muy entretenido, pero haré una pausa.)

pal dijo...

Qué buena!!!
Pero te advierto Martín, será una tesis de 100 páginas y llena de argumentos avalados en miles de documentos y mientras no logres que la gente- si, Pablo, tu también- se lea no solo la carta de Sarmiento y no la ponga en el contexto, no vas a lograr que nadie cambie un pelo. Y eso vale para los chilenos iden de idem.
Ni sabes lo difícil que es tener una conversación sería en mi país sobre darle salida al mar a Bolivia. Diosmido!!
Cierto, cierto... sigo leyendo aunque ya me convenciste, conozco a la gente que nombra el artículo... y hasta voy a revisar la fuente... pero te aseguro que se podrán gastar la plata que quieran en historiadores, Garretón (sociologo y Científico político chileno que trabaja en Argentina) tiene la razón: mejor no tocar el tema.
Qué gusto me da estar bien lejos en estos casos.

ps. Punto total para ti Martín. Muy entretenido tui blog.

Anónimo dijo...

Hice click en una de las opciones que pusiste en el post que éste ... sip, no pude aguantar las ganas de hacer click en 'pegarme' ... pero quiero dejar bien claro que no es la intención que realmente tengo, sólo hacer click es tentador.

Le dejo a Pal el análisis del bicho, yo me voy a jugar con las opciones de 'click'.

Martín dijo...

¡gracias por pasar, Pal! Por obvias razones esperaba tu opinión más que la de nadie, y por partida doble: además de la nacionalidad, por tus intereses en los temas socio-políticos latinoamericanos.

Martín dijo...

eso es lo que me pasa, Mónica, por darle el poder del click a las mujeres... =P

Dosto dijo...

Asi que del Peralta Ramos?? Si habré ido a las fiestas que se hacían en ese colegio...
Yo fui a Nuestra Señora del Carmen y por cierto, si, eran bastante agrandaditos ustedes. Igual conocí a varios de tu edad, puesto que yo también tengo 35.

Martín dijo...

¿agrandaditos? ¿AGRANDADITOS? Eran (me excluyo por razones obvia$) insoportables. La envidia (acá sí me incluyo) no ayudaba.
Encima el '91 fue el último año de varones solos, así que los 3 colegios de mujeres solas que quedaban (el Stella Maris, el San Vicente y el Santa Cecilia, todos de gente muy como uno), se querían hacer la fiesta de egresados con nosotros.
Pero reconozco que aunque suene a excusa, ahora que lo pienso todos esos colegios privados cultivaban la arrogancia. El Peralta Ramos destacaba por los benditos "rugbiers". Tampoco es que me molestaran, pero con el exceso de testosterona que esos chiflados tenían, muchas veces nos hacían quedar mal parados.
Hay que reconocer que lo otro que contribuía a esa fama era que efectivamente la educación era de primera. Sería como echarle en cara a un pistero que no se haga el banana porque maneja un Porsche.

Pablo dijo...

Aclaro que es sólo una curiosidad, Palita, me imagino - igual que vos - que todo problema humano tiene más de una arista. Digo, cómo no iban a reclamar como propia la patagonia si un presidente constitucional con capacidad jurídica para obligar al Estado, se las ofrecía.

Por lo demás ayer, mirando el partido Argentina - Uruguay por las eliminatorias del mundial 2010 y habida cuenta de que con el empate (que duró casi hasta el final) se nos venía una nube negra dejándonos vulnerables y en extremo dependientes del resultado del encuentro Chile - Ecuador que se jugaba en simultáneo, sentí una profunda gratitud hacia nuetros transandinos hermanos latinoamericanos cuando les hicieron el primer gol.

pal dijo...

Y yo no te digo la pica que me da que puedan pensar que por cagárselos ibaMOS a perder (si es la primera vez en nosecuantos años que logramoS jugar con nivel!)... y ahora resulta que fue porque Bielsa es argentino... grrrr... es porque SOMOS buenos!
(me encanta la absurda y total irracionalidad del fútbol. Y quedensé con Dieguito, nosotros con Bielsa estamos flor...)

Y de lo otro: no a la monocausalidad, y no a la falta de valoración de las distintas variables que podrían explicar el hecho. Lée no más.

Martín dijo...

Pal dijo: no a la monocausalidad, y no a la falta de valoración de las distintas variables que podrían explicar el hecho.

¡¡¡Pal presidentE!!! :P

*La Casalinga* dijo...

Che!!! Lalita tiene razón. Qué tentación provoca la posibilidad de apretar "pecarme"!

Te pego y vuelvo.

Martín dijo...

Sonia,
son todas iguales. En cuanto les soltás un poco la correa te muestran el lado sado-maso...

*La Casalinga* dijo...

Ah! Pero no sabes lo bien que se siente poder pegar sin que te la devulevan...

Anónimo dijo...

Te acabo de pegar de nuevo, pero esta vez fue por accidente, y ya no me quiero meter más con esa cosa porque no hay vuelta atrás, por tratar de hacer 'undo' más que fija te doy la cuarta cachetada del post.

Martín dijo...

no importa, Mónica, pegame todo lo que quieras.
Mejor no sigo que la rubia ya algo de español entiende...