viernes, 15 de enero de 2010

Anne Frank

"Los alemanes son las peores criaturas que han caminado por la faz de la Tierra." escribió una nena de 13 años allá por 1943. ¿A ver quién le enseña a no ser prejuiciosa?
En noviembre fue mi cumpleaños y Sabine me regaló El diario de Anne Frank, que hasta hace una semana no pude prestarle la atención que sabía que se merecía. Pero en los últimos 3 ó 4 días me leí casi la mitad del libro. Un poco a la mañana, un rato en el almuerzo, y también a la noche. Después del aclimatamiento inicial que todo libro requiere, me doy cuenta de que si pudiera sentarme a charlar un rato con Anne, algunas cosas tengo a favor para decir de los alemanes. Por ejemplo, que hay bichos peores. No es que se me ocurra ninguno en este preciso momento, pero seguro que los hay... creo.
Sigo pensando, pero no, no se me ocurre ninguno. En fin.
Aprovechando lo bien que me hace leer un libro donde veo tantas analogías con mi situación, con Sabine estamos dedicando algún tiempo a analizar las cosas que provocan en mí una bajada de mi ánimo, las cosas de las que más me cuesta recuperarme, que peor me hacen al combinarse con la depresión. También buscamos lo opuesto: descubrir esas perlas que hacen de mi día uno que valga la pena ser vivido.
Lo primero que descubrimos fue que manejar acá es bastante estresante. Usar las señales para cambiar de carril, respetar prioridades, etc., nunca fue un problema, pero mantenerme por debajo de la velocidad máxima siempre me cuesta un ojo y la yema del otro. La agresividad y la frustración juegan en contra. Lo gracioso es que cuando la calle está vacía manejo lento, y cuando está llena es cuando me comporto como un animal. Me da vergüenza reconocerlo (me da vergüenza hacerlo) pero así es. Y como es muy fácil de demostrar, es un círculo vicioso. Mientras más apurado manejo, más me frustro (porque los otros autos siguen ahí), y más rápido quiero ir, y más me frustro. Y así.
Para colmo, no por casualidad me desplazo en las horas pico, o sea, cuando voy y vuelvo del trabajo. Pero desde que volví de Argentina, y facilitado por la nieve y el peligro de hielo en la calle, estoy manejando con una señorita. O por lo menos como una que maneja por debajo de la velocidad máxima. Eso, en teoría, y basado en el círculo vicioso que describí antes, debería actuar como un círculo virtuoso.
Nop.
Como los alemanes son concebidos entre primos hermanos, siempre, pero siempre hay uno que se queja, se mete, cierra, pasa cuando no le toca, aprovecha la distancia de seguridad para meterse (al mejor estilo subdesarrollado), torea a 20 cm del paragolpes trasero, etc., etc.
Desde el día en que llegué a este país tuve la impresión de que todo es muy ordenado, pero en lo que toca al tránsito, tengo que reconocer que me siento más seguro manejando en la Gral. Paz (para los que no saben, es la circunvalación de Bs.As.). He manejado en Roma y en París, en moto, donde se supone que el tránsito es peligroso hasta lo indecible. Pero ahí, si uno maneja con cuidado, sobrevive. Doy fé. Acá no.
Y esto, irónicamente, es un reflejo del resto de los aspectos de esta sociedad, donde no alcanza con ser bienintencionado y tomar distancia de los otros, en la suposición de que de esta manera vamos a evitar problemas y a ser dejados en paz. Eso acá no funciona. A diferencia de los seres humanos, los alemanes no viven ni dejan vivir. Les encanta venir a nuestra puerta sin invitación y honrarnos con una lección de vida. O de respiración, o de trabajo, o de tránsito, o de cocina, cruce de calles, cómo agarrar la taza, cómo preparar una comida, a qué hora despertarse, dormirse, estudiar, entrar, salir, ir, venir...
¿Exagerado? A los que tengan a mano una copia del Diario de Anne Frank, que le peguen una leída a lo que escribió el sábado 20 de Junio de 1942. Después me cuentan.
Y estamos donde empezamos. ¿Cómo evitar que mi ánimo se deteriore tanto en los 15 minutos que me toma desde la cochera del trabajo hasta la cochera de casa? Es claro que en mi estado es un desafío, pero de a poco y con algunos trucos lo vamos sacando.
Truco 1: voy temprano al trabajo, antes de que la calle pulule con tarados.
Truco 2: no miro tanto en el espejo retrovisor. Manejo como en París: me preocupo de lo que hay delante de mí. Que el de atrás se preocupe del resto. Este punto es importante porque siempre fui de mirar el espejo cada 2 segundos para ver si alguien con más apuro venía, y así me corría. No me gusta molestar. Ahora me doy licencia de egoísta por media hora al día (15 minutos de ida y otro tanto de vuelta). Esto es para mí muy lamentable, porque mantener los modales (en definitiva, eso que norma el trato entre un ser humano y otro) es lo más difícil estando acá, y una de las cosas que me identifican como ser humano. Los alemanes, con todos sus aparentes modales, son peores que los animales. Tienen un montón de palabras grabadas para cuando uno entra en un negocio, paga y se va, pero de alguna manera son tan inhumanos que hay que verlo para entenderlo. Es como la discusión de si tratar de Ud. o de vos a alguien es más o menos respetuoso. Se puede tratar a alguien de Ud. y sin embargo tomarle el pelo, y tratar de vos a otro y ser perfectamente amable y agradable. Acá pasa lo primero; yo prefiero lo segundo. Sabine, pobre, como otros pocos alemanes que saben de esta característica de su conciudadanos, sufre mucho por esto. Siente vergüenza ajena.
Truco 3: no dejarse intimidar. Cuando un animal maneja a 30 centímetros de mi paragolpes trasero, pues que le vaya bien. Me remito al truco 2.
Me salteé a propósito el truco 0: respetar. Este no sirve de nada, pero por lo que decía antes, es lo que me hace sentir orgulloso de no ser como ellos, así que lo ejercito todo lo que puedo, aunque pase totalmente desapercibido. Pocos alemanes son receptivos a la amabilidad (por ejemplo Maike*); la amplia mayoría son refractarios. Pues allá ellos. Mi desafío permanece, y cada vez que me encuentro corriéndome en un pasillo para dejar pasar a alguien, aunque me dé vuelta la cara, me acuerdo de lo lindo que es ser humano y me enorgullezco de reaccionar de esa manera sin pensarlo. Después de todo, cualquiera es caballero con una dama; con las otras es donde se ponen a prueba los modales y la educación. Y eso a mí me cuesta muchísimo.
Sin embargo, hay un proverbio inglés que dice que lo primero que aprende un caballero, es cuándo dejar de serlo.

* En mi edificio son 6 departamentos, y Maike es el perro que vive en uno de los de la plata baja. El 24 de Diciembre nos regaló a cada uno de los otros 5 departamentos una cajita de bombones con una tarjeta recortada a mano en forma de arbolito de navidad, donde decía:
"Estimados vecinos, gracias por el año de paciencia que han sabido dispensar. Es que todavía soy muy joven y no aprendí a no ladrar en los pasillos cuando salgo y vuelvo de mis paseos. Atte., Meike"

16 comentarios:

Alicia dijo...

Nunca me imagine que los alemanes fueran TAN podridos... Los americanos tienen un poquito de eso, pero poco, un 20%, probablemente por la descendencia alemana que tienen muchos... Claro pero hay diferencias de paisaje, mezcla, historia...
Anyhow, si queres volverte loco manejando y a la vez jugarte la vida a cada minuto, viaja a Etiopia. Por otro lado tiene algo de divertido y si te gusta la aventura... lugar perfecto. Lamentablemente la vida vale tan poco en Africa. Que triste, porque seguro que un etiope vale mil alemanes como minimo.

Julieta dijo...

Y yo que pensé siempre que los alemanes eran correctos en todo ,no imaginé que eran peor que los argentinos al conducir..Y mirá que ahora acá se maneja mal ,la gente está alterada ,no respetan nada..
Todos los días se aprende algo nuevo..
Beso

Martín dijo...

Alicia, primero te voy a pedir disculpas porque voy a ser un poco sarcástico respecto a algo que escribiste: con lo de "americanoos", ¿a quiénes te referís: a los chilenos, a los ecuatorianos, a los canadienses?... ¿O será a los estadounidenses? ;)
De todos modos, por un lado tengo que aconsejarte, a fuerza de civismo, que no te formes una opinión de los alemanes basándote en la mía. Por otro lado, esa opinión me la formé por el camino difícil: a base de experiencia, de apertura y de un análisis lo más honesto y crítico del que soy capaz. Qué sé yo...

Martín dijo...

Julieta: los alemanes sí son, en general, de respetar las normas escritas. Lo que no respetan es al ser humano. En nuestros países es al revés (quiero pensar).

Alicia dijo...

Ah, no podia faltar el viejo debate de la palabra "americano"...
Ya que el pais se llama Estados Unidos de America, es correcto llamarles americanos, asi como los habitantes de los Estados Unidos de Mexico son llamados mexicanos. Dibs!!!
Si ningun otro pais del continente se avivo de usar la palabra America en el nombre, se la perdieron! ;-)
Pasando a otro tema, disfruta de lo poco bueno que puedas encontrar en Alemania.
Saludos

Linda dijo...

Martin.
A ver que dia te vienes a manejar a Monterrey por avenida constitucion, a las 7 de la tarde un viernes, ya que para caminar 20 kilometros hacemos como una hora!

Alicia.
Perdon por meterme, Mi Pais se llama oficialmente Estados Unidos Mexicanos,y si somos mexicanos, pero no creo que los Estados Unidos de America se hayan avivado o adelantado en ponerse el nombre de America, yo creo que mas bien se les cerro el mundo y no tiene nombre propio, porque estados unidos americanos somos todos los paises de America,a falta de nombre propio, por aca mejor los llamamos gringos!
;)

Martín dijo...

Alicia, me temo que no estoy de acuerdo. Americanos somos todos los... bueno... americanos. Los estadounidenses, en su momento, no es que "se avivaron", fue al revés, se durmieron. Fue falta de previsión y apuro por darle marco formal a su independencia por lo que eligieron el nombre que eligieron, forzados además por la tradición impuesta por los ingleses, de distinguir sus colonias americanas de las africanas, asiáticas, etc.
No hay debate, esto está resuelto hace rato. Los únicos que no lo captan son algunos estadounidenses (y algunos canadienses que dicen no ser "americanos"... ¡qué ridículo!).
Estos amigos estadounidenses de los que te comentaba tienen esa especie de "conflicto de identidad", por llamarlo de alguna manera, que es básicamente la falta de un término adecuado y no arrogativo/ofensivo/exclusivo; los alemanes, como bichos inteligentes que son, los llaman "US-Amerikanisch", lo cual encuentro muy apropiado. En general, en castellano adopto el término "estadounidense", ya que encuentro el término "gringo" un poco peyorativo, y los méxicanos y brasileros (otro Estados Unidos en nuestro continente) tienen un nombre que los identifica inequívocamente. Cuando hablo inglés, los llamo "US Americans", y todos entienden a quién se refiere el término.

Martín dijo...

Linda, la de Monterrey la sabía, mi papá anduvo por allá en los 80, y después de eso decía que manejar en Bs As no le parecía tan malo...

Alicia dijo...

Wow, wow, wow!
Por empezar no quise ofender a nadie. Lo de Dibs fue una broma, pero como nadie me ve la cara no entiende... Realmente el termino americano me da lo mismo, no lo uso con la intencion de causar polemica. Se te va a llenar el blog de comentarios sino ;-)
Dicho esto, la mayoria de los "americanos" (no de US) que se ofenden usualmente viven... ejem... fuera de America. Ooops, otra polemica, sorry.
Personalmente, y esto es lo que cuenta para mi, US America me dio infinitamente mas que todo el resto del continente y Europa juntos, asi que no tengo de que quejarme. Es un pais lleno de falencias pero las cosas positivas sobrepasan todo lo negativo que pueda tener y lo del nombre me tiene sin cuidado. Si los de mas al sur se ocuparan un poco menos de robar y mas de construir en sus propios paises, lo del nombre seria solo una anecdota.
Igualmente lo que importan son los individuos.
Linda, mi mama es mexicana, mi papa era italiano, mi abuelo austriaco, mi otro abuelo chileno, mi abuela argentina, mis cuñadas son chilenas una de ellas de origen araucano, soy de tradicion "catolica' y me case con un judio, me vine a vivir hace 12 años a US America y tengo un hijo US americano y dos hijos etiopes.
Ya se que los que leen no lo saben ni me conocen:
http://www.roadtoethiopia.com/
Mi abuelo europeo llamaba a los estadounidenses "merdicanos", je, je, pero hay que vivir en el pais para saber un poco mas de su realidad.
Saludos para todos los americanos de donde sean y paz para todos.
Che, y voy a seguir comentando si no se ofenden y no me echan...

Martín dijo...

no, Alicia, no ofendés. Si para eso estamos, para discutir y respetar puntos de vista (a menos que seas de River, que no te guste el dulce de leche, o que digas que hay una mamá más linda que la mía, en cuyo caso me arranco una pestaña y te pincho).
Envidio tu nivel de satisfacción con EE.UU.
En mi caso, como se notará por lo que escribo, no creo que me hayan regalado nada. Al contrario. Según gente que ha viajado mucho más que yo (que ya es algo), en Alemania es el país donde "Ausländer" (extranjero) tiene la peor connotación, aunque Suiza me viene a la cabeza de pronto. Todo lo que conseguí en el plano económico, que no me hace feliz, me lo gané esforzándome el doble que un local, mientras que en lo personal no hago más que morirme de a pedazos. Me alegra mucho que haya gente que esté bien.
Y tenés razón, nuestros gobernantes (supongo que a ellos en particular te referís) allá en el sur deberían dejar de robar. No necesitan ponerse a construir nada. El ciudadano común, con un poco de buena dirección, lo va a hacer. En mi propio fuero quiero creer que somos buena yerba.
Y por favor, no dejes de pasar y dejar tu comentario.

PD: ¡qué pedazo de mezcla que tenés en los genes! Me imagino tu árbol genealógico como un plato de espaguetis o algo así.

Pablo dijo...

Yo soy americano de la República Independiente de San Fernando!

Linda dijo...

Alicia.
Tienes razon, yo tengo la dicha de vivir en Mexico y si, nos gobiernan muchos rateros, que en vez de ayudar perjudican.
Aparte vivo en la frontera de Mexico, y el estado de Texas en USA es mi ciudad vecina, y la verdad gozo de muchas ventajas por vivir en frontera y difruto de otras.
Yo tampoco tengo nada en contra de ellos hasta ahora que no sea hacer filas de una hora para cruzar a su pais en epocas navide;as, solo quise comentar acerca del nombre de dicho pais.
Me parece fantastico la variedad de lugares de los cuales tienes algo que te une, pero por desgracia esa libertad es lo que menos se ve en USA. por lo pronto levantan un muro para que ya no crucen ilegales latinos a su pais, pero si los vieras, el 99% de la mano de obra para levantar el muro son latinos...
Aclarando...son solo comentarios sin animo de ofender a nadie.
Saludos.

Martín dijo...

Pablo, ya te salió el separatiste del alma. O debería llamarte "Comandante"...

Martín dijo...

Yo también disfruto de que Linda vive cerca de la frontera... Alicia: ¿probaste las glorias? ;)

Julieta dijo...

Los argentinos somos gente solidaria ,somos buena gente...
Lástima que en los últimos años los que nos gobiernan nos hayan dañado tanto ,en la imagen nuestra en el mundo y robando para sus arcas ...
En todo lo demás ,no cambiaría este país por ningún otro ,tenemos el dulce de leche ja,y me gusta vivir acá aunque despotrique contra mil cosas que me fastidian..
Un abrazo...

Martín dijo...

¡Amén!