El fin del mundo ya llegó, y no hizo falta ni meteorito, ni agua, ni peste. Ni siquiera la tercera presidencia de Menem.
Mi botín se está acabando y no hay reemplazo. Primero las Rumba, después las Melba, le siguieron las Tentaciones de chocolate (RIP) y en casa me espera el último Havannet de chocolate blanco. Después de eso, algunas Gemelitas y unas 9 de Oro agridulces. Y después de eso, vuelta a las salchichas con chucrut...
Mientras tanto, y para placer de todos los enfermos que adhieren al mito de que agua mugrienta congelada en cristales hexagonales y repartida por todos lados representa algún tipo de placer, la máxima en estos lares para el fin de semana apunta a -3°C.
Sí, la máxima.
[2 horas más tarde]
Quisiera agregar a mi lista de bajas a mi último alfajor de dulce de leche Havanna.
"Te extrañaremos".
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