lunes, 2 de noviembre de 2009

una de esas tardes

Un churro. Mi reino por un churro con dulce de leche.
Son las 4 y 10 de la tarde, estoy en casa, afuera hace frío y Sabine no vuelve del trabajo hasta dentro de una hora. Hace 2 semanas que no trabajo, porque la depresión me agarró tan feo que el médico convino en darme 4 semanas libres. Pensar que esto hace un par de años me hubiera parecido una mariconada, y hoy no creo que me sea posible volver a la oficina en el estado patético en el que me encuentro. De hecho, si sigue así la cosa me voy a casa antes de lo previsto, a sumergirme entre seres humanos a ver si puedo reconstruir mi alma, por imperfecta que sea. Je, esa es la ventaja de ser humano; uno puede tener fallas y el mundo sigue girando.
Hoy vagando por la red leí de alguien (que por lo demás me resultó un imbécil) algo muy cierto: cuando a uno le pasan cosas dignas de sentarse a dejarlas escritas, menos tiempo tiene para eso. Así que a lo que aspiramos es a encontrar la inspiración en esos momentos en que tenemos más tiempo para sentarnos enfrente a la compu. Y eso me hizo acordar de algo más: lo agradecido que estoy de haber descubierto este mundo de las bitácoras en internet. Estar sin trabajar parece cómodo, pero para un 35añero como yo acostumbrado a trabajar de lunes a sábados de 7 a 18 desde los 13 años, es como que no puedo disfrutar el ocio. Se supone que tengo que aprovechar el tiempo para recuperarme mediante deporte, lectura, remedios, etc., y lo hago, pero llega un momento en que llenar 10 horas que ya me había olvidado que existían, no se hace fácil. Y leer a Luisa, Pablo, Mónica, Juan (a ver si nos ponemos un poco las pilas por ahí), Sonia (hoy te voté en Oblogo), entre otros, es... cómo decirlo... bue, para todo lo demás existe mastercard.
En fin, acá estoy, tratando de recuperar el sentido a mi existencia leyendo la sobre el sentido de la existencia de los otros. Lamentablemente este período coincide con los dos peores libros que he leído de Borges: El Hacedor e Historia de la Eternidad. Lamentablemente los agarré inmediatamente después de uno de sus mejores, Historia Universal de la Infamia, así que el contraste me mató. Me decepcionó, diría yo.
En fin, lo que quería dejar era todo ese sentimiento de agradecimiento que siento por haber conocido gente de tanta calidad como los que mencioné y los que no.
Y para terminar, me voto por pegarme a mí mismo... =D
¡Chin chín!

23 comentarios:

Julieta dijo...

Si todavía soñás con un churro con dulce de leche es porque tenés a este país metido adentro como todos nosotros..A pesar que despotriquemos ,que encontremos todo mal y que quisiéramos tener ´más orden en todo sentido ,no podemos dejarlo sin sentirnos mutilados..Arriba el ánimo ,no te dejes vencer !! y pensá en que vas a estar mejor..Un beso

Pablo dijo...

Ya que estamos con Borges viene a cuento algo que creo haberle leído. El decía que nunca se propuso escribir una página sencilla simplemente porque creía que en todo el mundo nunca ha existido ni existirá una página sencilla, ni siquiera una palabra sencilla porque todas ellas postulan el universo. Veamos.
La palabra "patología" connota el estudio de las enferemedades, sin embargo su raíz griega "pathos" significa emoción, estado de ánimo, de dónde viene a resultar que tu - así llamado - patético estado (de "pathos" emoción, sentimiento e "iko" relativo o perteneciente a) tanto puede referirse a la alegría como a la tristeza, lo cual quiere también decir que es esencialmente permutable.
Y ahora pasame un churro que me hiciste tentar.

Laura Palisa dijo...

Hola! pasé a saludar(?) no tengo churros, tampoco dulce de leche y mucho menos garrote.
Pero aqui estamos.
Beso

Martín dijo...

Julieta, encima mi mamá es muy mala. Siempre me cuenta la torta de ananá con azúcar negra, los budines y todas las cosas ricas que se hace (cocina como los dioses, la guacha). ¡¿Cómo no sentirse mutilado?! El humor que tenemos en casa es irremplazable.
5 semanas y contando...

Martín dijo...

Pablo, el otro fin de semana estando en Ámsterdam había una especia de feria de atracciones en el centro, y en un puesto había uno que vendía churros. Si mal no me acuerdo, Manolo, el de Mar del Plata, vende la docena por 5 ó 6 pesos. Este degenerado vendía UN churro mugroso por ¡¡¡4 euros!!! Obviamente, después de pagar 10 euros por dos empanadas mugrosas en un "restaurante argentino" (las peloponesas...) decidí esperar a ir a casa. Tan tarado no soy...

Martín dijo...

Laura, a falta de todo eso, no me dejás otra opción que apagar la compu e irme al Starbuck a tomarme un caramel macchiato con un cacho de käsekuchen.

Linda dijo...

Acá en Monterrey hacemos unos dulces de leche con nuez, son redonditos,se llaman Glorias, esque saben a GLORIA!!! si quieres te mando unos por correo, como vivo en frontera si te los mando en el correo de Estados Unidos te llegan pronto, tu dices.
Seguro te endulzan la vida, de perdido mientras te los comes.
Un abrazo.

Martín dijo...

Linda, ¡¿cómo voy a desdeñar semejante oferta?!
Escribime a mi dirección de correo electrónico con TU dirección electrónica, y te paso mi dire postal.
Pa mantener la discreción, ¿vió?

Martín dijo...

Linda,
claro, para escribirme primero tenés que saber MI dirección =P
Acá te va, escrita para evitar correo tonto:
martin_taboada(a-con-circulito)hotmail.com

Luisa dijo...

móndriga canita, y a mí que me coma un perro!! YO TAMBIEN QUIERO GLORIAS!! jajajaja y tengo la ventaja de YA SABER a qué saben jajaja, no te creas nada, Linda.

Martin, gracias por mencionarnos, eso es lindo...quién iba a decirme a mí, que las tarugadas que uno pone, iban a servir de compañía a alguien y encima agradecerlo.
(ahh,y Juan sí a actualizado,es blogger que no lo hace).

Si uno comienza a extrañar y desear las cosas lindas, eso quiere decir que vas por buen camino. Ánimo y no pares hasta empacharte de dulce de leche.

Brindo porque llegue ése día y estemos aquí para leer lo feliz que eres.

un abrazo

Luisa dijo...

esteeee...comaye...ehh...¿si sabes mi dirección verdaaaad? jajaja

No creas nada,comayita linda, nomás de mula que soy. Te dejo un beso.

Juan dijo...

Martín, estar depresivo y/o de baja y leer a Borges es mala combinación. Yo, humildemente, me permito recomendarte otro tipo de lecturas, quizás en el mismo orden que las escribo:
1.- Un buen playboy- aquí Borges no tiene nada que hacer. Por muchas vueltas que le des al laberinto no aparecerá una conejita.
2.- El inimitable Jeeves, de Wodehouse. Si te gusta el humor inglés no encontrarás nada mejor.
3.- "Entre limones", de Chris Stewart. Este tio fue batería de Génesis, y hoy vive en las Alpujarras- una zona recóndita en la provincia de Granada, repleta de gente que vive segundas vidas.
4.- El misterio de la cripta embrujada, de Eduardo Mendoza.
5.- Otro playboy.

Linda dijo...

Comayeeeee!!! faltaba mas!!! mandame tu dirección por mail, mañana sábado le mando a Martín sus Glorias!!! y te mando a ti unas junto con un machacado, una salsa de la Valentina y unas tortillas de harina que hacen por aca a palotazos!!!
Pero necesitas estar depre como Martincillooo, sentirte solitaaaaaa, con nostalgiaaaaaa, que no ves que cuando uno se siente asi tambien sirve para sacar de sus amigos lo mejor y asi las glorias saben mas ricas?
Bueno espero dirección.Espera regalitos ricos.
Un beso amiga.

Martín dijo...

Juan, la lista de lecturas para estos días se presenta interesante. El problema con la Playboy es que la consigo solamente en alemán, y hace falta alguien inteligentudo para entender esos comentarios sagases y filosos al pie de las fotos...

Martín dijo...

Luisa, en cuanto me lleguen los dulces de Linda te comento cómo anduvo la cosa, pa manetenerla informada, ¿vio?

Anónimo dijo...

Linda, Lindaaaa!!! Yo, yo, yo.

Estoy redepre, enfermita, solita, el índice de 'queco' se me subió p'al cielo y la prognosis es horrorosa.

Así que mando dirección de correo, foto de mis amigdalas hechas pelota por el swine flu y ... qué más necesitas? Además vivo en USA así que te sale más barato mandarme cosas a mí que a Martín! Además él ya se fue a tomar café ... Eso sí me gustaría una encomiendita como la que le estás mandando a Luisa ...

Anónimo dijo...

Martin, darling, 'toy emocionada ... Zácate que agarro Kleenex, pero no encuentro, dónde, dónde hay un pañuelito.

Espero no haberte birlado la encomiendita que te 'iba' a mandar Linda.

Y como dijo Luisa respecto a "las tarugadas que uno escribe", imagínate pichón, que sirvan de compañia a alguien a la distancia ... Espeta, ahora que lo pienso ... mhh, debes estar very mucho depre para leernos y encontrarnos ... leíbles.

Martín dijo...

a ver Mónica si evitamos este terrorismo de dulces y dejamos de disparar misiles patriot a MI encomienda. Que estoy con el corazón triste, friíto y arrugado acá en casa y necesito esas glorias =P
Y no te subestimes la escritura, que te sobra para pasar a la posteridad.

Luisa dijo...

MArtín!! YA VIENEN EN CAMINO LAS GLORIAS!!
La preciosa de Linda, las ha mandado, un envío doble pa' ti y pa mi-guelito!!
Qué gusto y qué detallazo de la regia ¿qué te parecen las mexicanitas ¿¿eh??, presumiendo con sombrero ajeno, ya sé..
Te dejo un beso y mis ganas de comerme ya una gloria y que también tú sepas ya a qué sabe por fin.

GRACIAS LINDA!!!

Luisa dijo...

Y me dió mucha risa el comentario de Lalodelce, jaja, yo también pensé: uyy sí, yo estoy tristíiisimaaa jajaja, con tal de dar penita y poder agenciarme aunque fuera una gloria...

Un beso, a las dos.

Martín dijo...

Así es, doña Luisa, lo de Linda es de primera. El gesto nomás ya hace que disfrute las Glorias.
Tengo una historia que confesar respecto a probar cosas de otras latitudes y/o longitudes: una vez, cuando todavía estaba viviendo en Suecia, un amigo mexicano vino todo excitado (recién bajado del avión después de haber visitado México en las fiestas) y me dijo que probara unos dulces que trajo. Los benditos "dulces" tenían chile... No creo que se haya inventado una espátula que pueda despegar la escupida que me mandé, así que esta vez antes de aceptar la oferta de Linda, le pregunté a mi amigote el chilango Francisco a ver que qué eran las glorias. Él conoce mis gustos y me dio la autorización.
¡Yupi!

Luisa dijo...

jajaja pobechito, uno espera un sabor conocido o al menos, que no te pique, al probar por primera vez algo nuevo. Doy fe, yo, que soy mexicana hasta las cachas, me he enchilado más de una vez. Ni me quiero imaginar cómo te quedó la lengua después de eso.
(hubiera sido mejor limpiar un metro cuadrado de calle empedrada con la lengua jajaja )

En fin, que ya le dirás a Linda una vez más las gracias en cuanto pruebes una gloria.

Martín dijo...

Luisa, ni te podés imaginar cómo me quedó la lengua después de pasarme una semana en el DF para el casamiento del Francisco ese que mencioné. Creo que hubiera preferido que me la amputaran.
Pero qué rico se come en México. No es fácil medirse. No señor.