martes, 30 de julio de 2024

gastronomía

En fin, irme de Argentina. A dónde, a hacer qué, a vivir dónde, cómo hago con Perro, cómo hago con mi familia bonsai, y un pequeño etc. de cuestiones menos importantes y que sí creo que puedo llegar a acomodar, incluida mi aversión a mover el culo e intentar un nuevo comienzo en un nuevo lugar.
Argentina se me está yendo del sistema, de la sangre, del corazón. Los niveles de patriotismo, nacionalismo (a niveles sanos, quiero creer), amor, paciencia, optimismo y tolerancia se están... la primera palabra que me vino a la mente era evaporando, pero no, es erosionando. Los argentinos erosionan. Su estupidez, su falta de desconocimiento del respeto, y la perspectiva de que si empezáramos hoy a hacer todo bien, esto no va a mejorar en lo que me queda de expectativa de vida. Empecé con 40 millones de minutos, hoy me quedan 13 millones, y quisiera disfrutarlos, no quedarme como un imbécil esperando lo imposible. Ir a Alemania me da escalofríos. Vivir con los alemanes no es vivir. Esos no te erosionan: te aplastan. Y encima se está desmoronando. Lamentablemente, la ola de inmigración no calificada e indiscriminada que abrió Merkel está dando sus nada impredecibles frutos. Die deutsche Schuld les jugó en contra, y el pasado colonialista de Francia sumó otro portón abierto, y ahora Europa está pagando el pato. Para cualquiera que no haya vivido en esta torta multiculti es fácil pensar que estos comentarios son ultraderechistas o cosas así, pero la triste realidad de los que tienen que bancarse estas cosas no son nada para subestimar. No es inteligente juzgar a los demás según nuestros propios valores. Así como no todos los nativos americanos se dedicaban a tejer canastitas, no todos los migrantes tejen alfombras y se visten raro. Algunas cosas van mucho más allá, mucho más profundo, y mucho más invasivo. Y sin necesidad. Me parece, esto sí es bien personal, mucho más constructivo regular la inmigración dándose el lujo, totalmente respetable, de elegir quién entra y quién no, cuidando ante todo a los que ya están. Esto no ha sido el caso, ni remotamente.
Como decía, Alemania no. No quiero ir otra vez ahí. Quisiera ganar sueldo alemán, obviamente, pero el precio es demasiado alto. Y eso sin tener en cuenta que realmente no creo poder sobrevivir otra vuelta. Francia no es una opción muy realista por el idioma, salvo que encuentre una empresa que se banque mi desconocimiento, y los franceses no son conocidos precisamente por su receptividad. Italia siempre me llama, y España la verdad que no estaría mal... creo. Curiosamente, es de los países de los que menos conozco y menos capacitado me siento para opinar si sería un buen lugar para mí o no.
Si me quedo dos minutos más, creo que Perro se va.

Mientras tanto, extraño mi arte, la fotografía. En Mar del Plata es, repito por enésima vez (en proporción a lo que duele el tema), kamikaze salir con un equipo así a fotear. Como mínimo insalubre. A eso, en este momento, por lo menos, se le suma que es invierno y hace particularmente mucho frío este año, así que no estoy usando la moto. De hecho, la última vez que le puse combustible fue hace 5 meses. Una locura. El frío exagerado (varios grados bajo cero algunas noches) me achuchó como nunca, me siento apelmazado, sin energía para encarar cosas. Intento no caer en los putos reels de Instagram y los cortos de YouTube, pero requiere un esfuerzo consciente, aunque lo estoy logrando. Leo esta última oración y es patética, pero es así.
Mi mayor fuente de placer hoy por hoy es la cocina, tanto el hecho de encontrar algo rico y que me sienta capaz de preparar yo mismo, como conseguir los ingredientes y hacerlo, hasta que finalmente lo disfruto. Hace poco me mandé una salsa que no se puede creer lo buena que me salió. ¡Una puta salsa! Hasta ahora la comí solamente con fideitos de esos tirabuzón, pero pienso ponérsela a una pizza con un poco de provoleta.
Hace unos días, aprovechando un viaje a Buenos Aires, visité a un amigo en San Antonio de Areco cuya novia es chef. Para ser más exactos, es una reverenda guacha que cocina como los dioses con el mismo esfuerzo con el que yo respiro. Me hizo una pavlova (merengue con chocolate blanco y crema) con dulce de leche y frutos rojos que no se podía creer, tanto que me pasé de insolente y le pedí que me diera lo que sobró, que fue el 75% de lo que preparó. Hoy me comí el último pedacito pedazote y se me caían las lágrimas.

Así que mejor cierro la compu, pago el café y cruzo a la plaza con él.

2 comentarios:

Alicia dijo...

Hola, siempre te leo pero no comento porque no se cuanto puedo aportar y ademas no te conozco personalmente mas alla de algun que otro comentario perdido que alguna vez hice.
Como se te ocurrio irte de Alemania a Argentina? No porque Alemania sea gran cosa, sino porque Argentina es un desastre! Un pais cada vez mas caotico y empobrecido.
Anyway, mi suggestion es Irlanda o Francia. Italia es hermosa pero medio desbolada, España tiene sueldos bajos y la gente es... meh. Y no te olvides del clima, muy caloruso en verano, se esta volviendo insoportable.
Despues de mas de 20 años me fui de USA a Irlanda (6 años here), corrida un poco por la politica, el racismo (tengo dos hijos negros) y la violencia y la verdad fue un buen cambio. Irlanda es un pais un poco atrasado con respecto al resto de Europa, pero por otro lado humanamente es muy bueno y con un clima templado (en el este no llueve tanto). Francia, me iria a la zona de Normandia o Bretaña, not too hot, not too cold. El idioma, no es el peor para adaptarse, en un año yo creo que estas. La contra de Europa en general, es que cada vez hay mas racismo y extrema derecha, incluso en Irlanda que era tranqui.
Pero Argentina? Run!
Saludos, Alicia

Martín dijo...

Hola Alicia, tanto tiempo. Ahora me siento cohibido viendo que alguien todavía me lee.
Tal cual, Argentina es un desastre, o los argentinos son un desastre. Sé que tengo el pasaporte, pero es de lo poco que me queda de argentino. Es una pena inimaginable para esta gente.
Irlanda, estuve algunas veces; me gustó, como vos decís, su gente. Incluso tuve la enorme suerte de estar 10 días sin ver siquiera una nube, fines de mayo, creo que fue, poco antes del Isle of Man TT, que lo hacen en esa época por las mínimas chances de mal tiempo.
Creo que tenés razón, que debería pensarlo. Esto acá no está funcionando, supongo que ya lo habrás deducido de lo que escribo tan sutilmente. Es que es tremendo dejar ir esto, rendirse, y que hagan una ensalada, si quieren. Muy triste. Te envidio haberlo logrado.