viernes, 27 de julio de 2012

conclusiones

Viajé durante exactamente 17 días. Ni una hora más ni menos. Salí de mi oficina en Múnich el 9 de mayo a las 4 y media de la tarde, y volví a mi casa el 26 de mayo a las 4 y media de la tarde.
En total hice 6760 km.
Gasté 414 litros de combustible.
Pasé 95 horas andando en la moto.
Alcancé una velocidad máxima de 202 km/h, según mi GPS (y no fue en la Autobahn alemana).
Tomé 7 barcos transbordadores.
Usé completamente una cubierta trasera y la mitad de una delantera.
Dormí en:
  - 9 Bed & Breakfast
  - 3 casas de amigos (en una, Dublín, 2 noches)
  - 3 hoteles
  - 1 barco
Gasté 2272,60 euros, de los cuales fueron:
  - €726,88 en combustible
  - €672,51 en alojamiento
  - €543,21 en comida, entradas a museos, postales y tonterías
  - €330,10 en transbordadores
La moto me dio exactamente cero problemas y no gastó una sola gota de aceite.
Durante el viaje conocí drogadictos, soñadores varios, gerentes de banco, una pareja de médicos argentinos que cayeron con el auto en una zanja y quedaron con las ruedas derechas en el aire, una señora que durante la 2da guerra mundial decodificaba mensajes alemanes para los ingleses, un corredor en bicicleta que se financia tocando el piano de cola que lleva en su camión, un escalador de montañas que estuvo en el Everest, una señora que cría vacas, y una serie interminable de personajes que pululan por este mundo. Y aunque quedaron anónimos, no quiero dejar de mencionar a los cinco conductores a los que les debo la vida, que en los primeros dos días de manejar por la izquierda en Inglaterra frenaron en lugar de pasarme por encima, como legalmente nadie les hubiera podido recriminar.

Dicen que del árbol de las intenciones salen muchas flores, pero pocos frutos.
Hay que salir a perseguir los sueños, hay que tener un amante. No uno que nos degrade porque engañamos a nuestra pareja, sino uno que nos excite la imaginación. No estamos muertos hasta que cierren el cajón.

El hospedaje que más me gustó: el hotel Ceilidh-Donia en Edimburgo, un lugar donde sentí que alguien se preocupaba por mi bienestar. No fue el único, pero fue el que además me ofreció el mejor desayuno =)

El paisaje que más me gustó: el que está al norte del Trossachs National Park, por la A82, en Escocia.

La ruta que más disfruté: sin ninguna duda la N59 entre el Kylemore Lough y Westport. Si bien hay ondulaciones en el asfalto, las curvas son perfectas, el paisaje es brutalmente hermoso y no hay nadie cortando la inspiración.

La comida que más disfruté: tuve la suerte de estar en lugares paquetes, refinados, exclusivos y caros, con una comida muy rica. Pero la mejor velada la tuve en Tramore probando por primera vez fish & chips. Con vinagre y sal, como se debe. Los compré en un puesto y me los llevé a un banco en la playa, y me los comí mientras atardecía y subía la marea.

El mejor lugar que visité: el museo del Titanic, en Belfast. Tuve suerte porque lo abrieron apenas en marzo. Me pareció un poco caro a £13,50, pero después de la visita me pareció que yo los estafé a ellos.

La persona más interesante: el empleado del Castillo Culzean, en el sur oeste de Escocia. Sabía vida y obra de todos los que habitaron el castillo, sus dueños y los arquitectos que participaron de su construcción, y hasta la historia familiar de esos arquitectos. Y sobre todo: amaba contarlo y me contestó todas las preguntas. Ojalá hubiera más profesores de historia como él.

Me quedó colgado:
- el dique donde se construyó el Titanic.
- el centro oeste de Inglaterra y el centro norte de Gales. Dicen que los Cotswolds y el Peak District National Park son impresionantes.
- París. Ya estuve algunas veces, pero quiero dar una vuelta al Arco de Triunfo en la moto. Pensaba pasar a la ida o a la vuelta pero pude acomodar las cosas.
- las islas al oeste de Escocia, sobre todo la isla Skye. No es que me muera por conocerlas, pero va a ser la excusa perfecta para volver por esos rumbos.
Hubo muchos castillos que me hubiera gustado visitar, y muchas otras rutas que quisiera haber recorrido, pero el viaje fue un placer y superó todo lo que esperaba. Me relajé, saqué lindas fotos y conocí un poco más de esta parte del mundo que, si las cosas siguen así, alguna vez voy a tener que dejar. Espero poder cumplir con algunas otras ideas que tengo antes de que ese momento llegue. En eso estoy.

La última: los sueños de un chico se mueven con alas que se alimentan de polvo de estrellas. Los sueños de un hombre tienen ruedas, y necesitan súper sin plomo.

4 comentarios:

Irantzu dijo...

Me vino fantástico este resumen, porque no he podido todavía leer todas las crónicas viajeras.
No sabes cómo me pendes las ganas de viajar... tengo tantos destinos en mente... con cumplir el 10% soy feliz... siguiendo con tus reflexiones: ojalá no me falte vida para lograrlo!

Martín dijo...

Mark Twain escribió: "Travel is fatal to prejudice, bigotry, and narrow-mindedness, and many of our people need it sorely on these accounts. Broad, wholesome, charitable views of men and things cannot be acquired by vegetating in one little corner of the earth all one's lifetime."
Crecí en una familia rica (espiritualmente) y con muchas cosas lindas, pero también llena de ideas conservadoras y hasta limitadas, y esto me signó demasiado. Viajar me hace solamente bien y mientras más lo hago más lo necesito, sobre todo viviendo en esta sociedad agobiante como es la alemana.

Grumpy Goat dijo...

Splendid read; thanks for posting your musings.

I'm at last getting around to writing about my month'long road trip around the USA, but unfortunately I did none of that on a motorcycle.

Martín dijo...

thanks a lot. I've been following your trip too, and I'm looking forward to your tales as well.